Sin rastro de Paco Molina tras cinco años de búsqueda en una decena de países y en toda España

«La Policía sigue rastreando, lo está mirando todo y estamos seguros de que algo tiene que salir. En marzo estuvimos en Madrid y nos dijeron que vamos a dar con él, que no desesperemos . Mientras no haya evidencias de lo contrario, seguiremos luchando por encontrarlo. Y para que la gente no se olvide», señala Rosa.

Paco Molina, que en octubre cumplirá 21 años, se marchó aquel 2 de julio de 2015 a tomarse un refresco. Sobre las 22.30 horas, mandó un whatsapp a su padre: «Voy a dormir fuera». Después, el joven se despidió de sus amigos. Uno de ellos le preguntó adónde iba. «He quedado con un colega en un bar del centro». Su amigo insistió, quería saber quién era. «No le conoces».

Entonces, se iniciaron las pesquisas sin dar resultados. El Juzgado de Instrucción número 7 archivó provisionalmente el caso hasta principios del pasado año. Tal y como publicó ABC entonces, la Policía tenía un nuevo hilo del que tirar. «Estamos centrados en la vida de Paco. Cuando desapareció estaba muy involucrado en cuestiones políticas », explicaba entonces el subinspector Carlos Segarra. «Había personas en su entorno bastante mayores que él que pueden saber algo y no lo han contado por miedo o porque les implica en algún hecho no del todo lícito».

En noviembre trascendió que la Policía estaba investigando a dos varones de mediana edad en Córdoba, así como el entorno en el que se movía Paco antes de su desaparición vinculado, al parecer, con grupos ultras de fútbol .

Sus padres tienen claro que el adolescente se marchó obligado o convencido por alguien. «Un menor con 16 años no puede preparar todo esto. Ya necesitó dinero para coger ese autobús cuando se marchó. Él no es así, siempre ha tenido mucha empatía con todo el mundo. Igual se han aprovechado de eso. Recuerdo que en una ocasión a un amigo suyo le iban a cortar la luz de su casa y él le ofreció el dinero para irse de excursión con el instituto. Es un niño muy bueno», se lamenta su madre.

Los progenitores de Paco se han centrado en buscar el apoyo de los medios de comunicación para que la búsqueda de su hijo no caiga en el olvido; también están muy presentes en redes sociales , lo que ha sido aprovechado por muchos desaprensivos.

«Recibimos muchas llamadas de personas que solo quieren divertirse a nuestra costa. La semana pasada nos dijeron que habían visto a Paco en Montilla , deambulando y desorientado. Al final resultó ser mentira», cuenta Rosa.

Ha habido hasta casos de individuos que han querido extorsionar a los padres de Paco. En noviembre de 2017 un hombre fue condenado a seis meses de cárcel por un delito contra la integridad moral. Hizo creer a Isidro y Rosa que había conocido a Paco en Albacete y que el menor vivía en un local de alterne. En 2019, unos colombianos, supuestos miembros de una organización criminal, les pidieron 8.000 euros y amenazaron con matar a Paco.

«Hay gente que no tiene corazón, pero, bueno, nosotros vamos a seguir buscando y atendiendo cada llamada porque quizá la próxima sea la que nos lleve hasta mi hijo», relata la madre del joven.

Este jueves, la Asociación Afadecor de amigos y familiares de desaparecidos y la Fundación QSDglobal organizan en el bulevar del Gran Capitán la exposición al aire libre «Ausencias» , en recuerdo de Paco, con música de la cantante Ana de Lois.