Suscríbete a
ABC Premium

PASAR EL RATO

El voto de los pobres

Cáritas, Cruz Roja o Fundación Prolibertas hacen más por los pobres que los discursos y frases hechas de Pablo Iglesias

Un hombre prepara alimentos en el comedor de los Trinitarios en Córdoba Roldán Serrano
José Javier Amorós

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Con los pobres, con los miserables, con los excluidos del banquete democrático, con los que duermen en la cama de piedra de la calle, Pablo Iglesias hace frases y hace caja. Las buenas palabras tienen su premio en este mundo. Las buenas acciones, en ... el otro. La cartera tiene razones que el corazón no conoce, y si el gran Pablo no cuida y engorda su patrimonio, ¿quién lo hará? Tampoco en eso es original, y muchos como él, antes que él y a la vez que él, viven y medran al amparo de la doctrina política más rentable que se conoce: el marxismocapitalismo . Siempre habrá pobres entre nosotros, para justificar a los partidos que hacen campaña con los pobres. La pobreza es fuente de inspiración para la literatura política, y los políticos no pueden permitir que ningún gobierno acabe con la pobreza. Sería el fin de la literatura. Los pobres son un adorno de los programas electorales, como las luces de los Jiménez, de Puente Genil, son un adorno de la Navidad cordobesa. Cuando se acaba la fiesta, se apagan las luces y se apagan los pobres. Los pobres deslumbran momentáneamente nuestra conciencia, y necesitamos ahumar las gafas del alma para que su visión no resulte molesta. Estamos tan acostumbrados a ver pobres de semáforo, de cacillo ambulante, de atrio de iglesia y de supermercado, pobres orales, manuscritos, genuflexos o tumbados, que nos parece que forman parte del paisaje. Y si algún día desparece el pobre habitual de esta calle o de aquella calle, lo echamos de menos como a un bar que se cierra.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia