PASAR EL RATO
De la luz
La familia Jiménez trae una luz que emula a la natural que Córdoba ya tiene
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Iniciar sesiónVivir es asombrarse. Morir es perder la curiosidad . Las cosas son siempre iguales a sí mismas. Lo que hay de nuevo en ellas es nuestra mirada. Es nuestra mirada la que recrea el mundo y lo hace atractivo. No dejar nunca de asombrarnos, ... como hacen los niños . Ahí está el secreto del arte, de una vida con arte, que no tiene por qué ser una vida de artista. Asombrarse ante una cerilla o ante una bombilla. Descubre uno, que es hombre de ignorancias, que hay en Puente Genil una empresa que ha venido a traer luz al mundo. Y eso es decir mucho ahora que se acerca la Navidad, cuando se celebra la Luz. El origen y la misión de la Luz. No son la misma luz la de Puente Genil y la de la Navidad , aunque la primera trata de ser un homenaje a la segunda. Y es probable que algo de la segunda brille en la primera, porque toda la luz es la misma Luz. La empresa luminosa de Puente Genil se apellida Jiménez, y es la españolización del éxito internacional. Los Jiménez son la luz, y no se le puede dar a un botón decorativo en seiscientas ciudades del mundo sin que estalle festivo ese apellido. La empresa vive atenida a la eficacia de la consanguinidad. Los parientes políticos no tienen en ella cabida, sin que se ignoren, seguramente, las abundantes cualidades de nueras y yernos . Pero para otros fines. Los delgados caminos de la sangre sirven de guía a los delgados caminos de la luz. Una empresa de tantas perfecciones merece que le dediquen coplas, y se canten en la feria de Mayo, entre luces y guirnaldas: Hay en España una empresa / que reluce más que el sol: / los Jiménez, que iluminan / de Córdoba a Nueva York .
El último, que encienda la luz. Y con el nuevo Ayuntamiento de Córdoba , que ha sido el último en llegar, la luz se hizo. Luz para el asombro, acostumbrados los cordobeses a la tristeza socialcomunista, extendida por la ciudad como un sudario político. A lo mejor, esta luz sobre una parte del sombrío Foro Romano es una metáfora de las intenciones del gobierno municipal. Lo hagamos mejor o peor, que se vea bien, que a los cordobeses no les falte la luz sobre la gestión de su Ayuntamiento . A los nuevos no se les puede negar voluntad iluminadora, como a los Jiménez.
A Córdoba le sienta bien la luz . Córdoba es de la luz, una ciudad de luz, aunque París tampoco esté mal. A París le sobra literatura sobre la luz. Córdoba es más sobria, nunca se ha sentido cómoda en la exaltación de sí, aunque le sobran motivos para sentirse orgullosa. En Córdoba es luminosa hasta la Semana Santa . Hay luz en el silencio, hay luz en las mujeres veladas con un velo, hay luz en la Cruz. ¿Cómo negarle luz a la calle Cruz Conde, que pretendían oscurecerle hasta el nombre, devolviéndola a una antigüedad de velas y hachones? Esa luz artificial, la luz Jiménez, es una imitación de la luz natural de Córdoba. Cuando Córdoba satina su cielo y convoca al sol, el sol acude dócil como un perrillo a la llamada de su dueña. En Córdoba no luce el sol, en Córdoba se luce el sol. Córdoba excita la vanidad del sol. Los pájaros plurinacionales ponen el coro en una ciudad donde no conoce límites la belleza. Uno dice Córdoba, y es como si le pusiera sonido al sol. En esos momentos de luz, que son casi todos en Córdoba, se puede no creer en Dios, pero es difícil no creer en la Luz.
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