Gabriel Ruiz: «Mi hipótesis es que la basílica está dentro de la Mezquita sin que sepamos que la vemos»

La cita, organizada por ABC con la colaboración del Cabildo Catedral y del Real Círculo de la Amistad , se realizó online, mediante un enlace que congregó a gran parte del público que ha seguido estas conferencias en el Real Círculo de la Amistad, tanto en su primera edición, como en la segunda, que se acaba de retomar.

«La basílica está dentro de la actual Mezquita, y la vemos sin saber que la estamos viendo, y sin saber muy bien dónde empieza y dónde acaba», resumió. Es una hipótesis para la que no tiene pruebas ni arqueológicas ni textuales , pero sí que se basa en reflexiones. «Creo que los arquitectos inventan poco», resumió. Antes había ensalzado a quien construyó la Mezquita, que sin duda debió de ser «un arquitecto local , de Córdoba», que hubiera conocido cómo se trabajaba allí en su tiempo.

Ruiz Cabrero se fijó en la solución que distingue al edificio: el doble arco de herradura , de los cuales el segundo, el más bajo, no tiene carga . Pudo ser lo que los ingleses llamaron «serendipity», es decir, «un hallazgo , algo que se encuentra por sorpresa, sin buscarse». O una chiripa, domo dijo también. «Los científicos no inventan la vacuna , no la buscan, sino que la encontraron al buscar una solución para la viruela», fue su ejemplo.

Como explicó el arquitecto, al desmontar las construcciones anteriores, vio que los muros que estaban sobre las columnas y los arcos estaban armados con arco , y debajo de ellos «estaban las ventanas » del templo. Cuando lo desmonta, ve que los rellenos no son «estructuralmente necesarios», y por lo tanto no tiene que hacerlo al levantar la Mezquita. «Sería caro, le llevaría mucho tiempo y le da una transparencia extraordinaria », aseveró Ruiz Cabrero.

La solución de rellenar habría sido para un obispo cristiano, pero no para el emir Abderramán I. En resumen, «es un fenómeno de mestizaje cultural importantísimo, que es un arquitecto cristiano con una técnica constructiva romana trabajando para el entendimiento de una mezquita». Al derribar encuentra la solución sin esperarla, pero la aprovecha. Si sigue esta hipótesis, las dos naves que cierran con sus arquerías la mezquita son las naves centrales de una basílica , y que lo hace el arquitecto es añadir a un lado y a otro, hasta llegar a once.

La basílica estaría en el centro. Los hallazgos arqueológicos, sin embargo, no le dan la razón: «Las cimentaciones de las columnas son individuales , no están atadas, y sólo en alguna parte coinciden con los muros existentes». La cimentación de la mezquita apenas se apoya en algo que existiera. Pero los últimos descubrimientos arqueológicos hechos por Raimundo Ortiz y su equipo han hallado primero restos musulmanes bajo la mezquita. «Utilizaban el lugar antes que Abderramán I, y justo después están los pavimentos de época visigoda», resaltó. Así que pudieron utilizar estructuras anteriores.