Desarrollo insostenible

Lo primero lo imaginábamos. Y lo segundo ya lo sabíamos. Es el pan nuestro de cada día en ese difícil equilibrio entre la defensa del medio natural y la mano siempre amenazante del hombre (y la mujer). Desde ese punto de vista, agradecemos al señor delegado su claridad cegadora. Podría haberse ido por las ramas como es costumbre en el gremio . Pero ha ido directo al grano. No quieren los agricultores ni tampoco los ayuntamientos. Singularmente el Consistorio de la capital, al que, mire usted por donde, el propio delegado asesoró en su momento.

Le ha faltado citar a los ‘lobbys’ cinegéticos y a nuestros queridos amigos los parcelistas. No importa. Ya lo hacemos nosotros por él. Al fin y al cabo, la figura administrativa de parque natural es un incordio pintado de verde. O sea. Una china en el zapato de todo aquel que quiera hacer de su capa un sayo en este edén de alcornoques y saltos de agua. Porque oiga: a ver si ahora una nutria va a tener más derechos que un dominguero a disfrutar de los Baños de Popea. No me jodan.

El señor Aloisio está sentado sobre un concepto en continua tensión. Desarrollo y Sostenible. De los bornes del desarrollo ya tira una legión de grupos de presión en favor de sus legítimos intereses. Del vocablo sostenible, en cambio, no se ven muchas manos empujando. Tampoco las del señor delegado del ramo. Que, en un alarde de sinceridad digna de encomio, nos informa de que él se limita a observar desde la barrera como se encuentra la correlación de fuerzas en el ámbito de su departamento. Y oiga. Muchas gracias por la noticia.