El 60% de las Semanas Santas que cayeron en abril en Córdoba trajeron lluvia

Casi un 60 por ciento de los años en que la celebración pascual cayó de forma íntegra en el cuarto mes del año la lluvia hizo acto de presencia en la Semana Santa. Será el caso de 2025, en que la fiesta es bastante tardía y se celebrará entre el 13 y el 20 de abril.

En otros años en que la Semana Santa ha caído baja se han registrado precipitaciones: 2000, 2003, 2004, 2006, 2011 o 2012 tuvieron a cofradías de varias jornadas distintas que tuvieron que suspender sus estaciones de penitencia o que se vieron sorprendidas por el agua en la calle.

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La estadística se invierte en los años en que la Semana Santa cayó o empezó en marzo. Cuantitativamente son menos, porque la fiesta se celebra en la primera luna llena de la primavera, es decir, tras el 21 de marzo, y es más probable que sea en abril. Fueron 30 las Semanas Santas tempranas en los últimos tres cuartos de siglo, y de ellas algo más de la mitad se libraron de lluvias, aunque fue una regla mucho más común hasta finales del siglo XX.

En el XXI se han repetido varios años con lluvia y muy en especial la Semana Santa más triste que se recuerda sin contar las del confinamiento. En 2024 se celebró entre el 24 y el 31 de marzo y sólo pudieron salir ocho cofradías de las que sólo tres completaron el recorrido previsto.

La presencia de precipitaciones no es extraña en primavera, y por lo tanto tampoco en Semana Santa, pero que desde que comenzó el siglo XXI es todavía mayor. Por eso quienes no han conocido la Semana Santa más que en estos años tienen la impresión de pasarse los días mirando al cielo.

Es lo que sale del estudio de los últimos tres cuartos de siglo, según los datos reunidos primero por el cofrade José Murillo Rojas (1923-2013), que los extrajo del archivo de la Agrupación de Cofradías, y más tarde de la observación directa.

Entre el año 2000 y 2024 sólo ha habido seis años en que las lluvias hayan respetado a todas las cofradías de Córdoba en una misma Semana Santa. Son 2001, 2009, 2015, 2017 y 2023. A ellos se une 2021, un año en que el tiempo fue suave y primaveral, aunque sirvió de poco: la pandemia obligó a las cofradías a limitar su actividad a veneraciones y visitas en los templos.

Incluso hubo años casi impolutos, pero en que el agua apareció para dejar en casa a una hermandad, como en 2002 con las Angustias o en 2014 con Jesús Resucitado.

En los períodos anteriores la cosa había sido muy distinta. Entre 1970 y 1974 fueron once y entre 1975 y 1999 también once. La presencia de la lluvia ahora es mayor.

Por ejemplo, en Córdoba en el siglo XXI todavía no se ha conseguido unir dos años seguidos con todas las cofradías en la calle. En los períodos anteriores sí hubo bastantes buenas rachas: de 1960 a 1962, de 1965 a 1967 y y entre 1972 y 1974. Llegaron después algunos años de lluvia constante, en concreto entre 1979 y 1985, pero a partir de ahí un período de bastante bonanza.

Así, entre las Semanas Santas de 1986 y 1994 sólo apareció la lluvia entre el Domingo de Ramos y el Lunes Santo de 1990. En el siglo XXI se ha dado al contrario: de 2000 a 2009 sólo hubo dos años sin lluvia y bastantes ocasiones en que el agua estropeó días enteros: en 2011, por ejemplo, las procesiones terminaron el Miércoles Santo tras haber aparecido también el Domingo de Ramos y el Martes.