Las nuevas cofradías deberán pasar diez años en las vísperas y tener 100 nazarenos para sumarse a la Semana Santa de Córdoba

La incorporación a la carrera oficial tendrá que recogerse en un nuevo reglamento que llegará después de los estatutos, pero el borrador establece una disposición transitoria con las normas generales.

Las hermandades que soliciten incorporarse a la nómina oficial de la Semana Santa deberán llevar más de diez años saliendo en las vísperas, tanto en su condición de cofradías erigidas como en su etapa de prohermandades o agrupaciones parroquiales. Con esta norma, no podría haber nuevas hermandades en la carrera oficial hasta 2025.

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Además, los actos de cultos externo y salidas procesionales deberán contar «con la suficiente presencia de fieles» y será necesario que, en los tres años anteriores, «el número de hermanos de luz no haya sido inferior a cien en los casos de hermandades con un paso o de ciento cuenta para las que tengan dos».

Es más, las imágenes, el guion procesional, el hábito nazareno y los pasos tendrán que corresponderse «con la forma tradicional de las procesiones en Córdoba».

Un punto importante es el que incide en el lugar en que radique la hermandad. No deben existir «dudas razonables sobre la viabilidad de hacer la estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral y completar su salida y regreso desde su sede canónica». Es decir, no cierra el paso a que hermandades con sede en barriadas periféricas formen parte de la Agrupación, pero sí les impedirá formar parte de la nómina y llegar a carrera oficial desde otra iglesia.

Sobre este asunto insiste el punto L del artículo 8 del anteproyecto de los estatutos. Así, las cofradías tendrán la obligación de «realizar sus salidas procesionales con el máximo decoro, teniendo en cuenta que el inicio y fin ha de hacerse en su sede canónica, salvo por causas justificadas que imposibiliten la salida y llegada a su templo. De esta forma, la Santa Iglesia Catedral no podrá utilizarse a tal efecto por formar parte del recorrido de la carrera oficial en Semana Santa».

Será una disposición que no tendrá carácter retroactivo «respecto a las hermandades que en el momento de aprobar estos Estatutos no se ajustasen, si bien este periodo transitorio quedará sin efecto una vez se modifiquen las circunstancias que las mencionadas hermandades mantienen en la actualidad, ya sea por su decisión o por que la autoridad eclesiástica derogue su autorización». Es decir, si una hermandad lo deja de hacer no podría recuperarlo en un hipotético futuro.

Es algo que ya realizan dos cofradías: la Agonía sale de la Catedral y vuelve a su barrio y la Piedad sale de las Palmeras y termina su estación de penitencia en la Catedral. Por el momento no les afectará.

Para ingresar en la carrera oficial se necesitará un dictamen favorable por parte de la Junta de Gobierno, «según los requisitos que establezcan los Reglamentos» y la aprobación de la asamblea general.

Todo eso será para participar en la carrera oficial, porque el ingreso en la Agrupación será más simple y no requerirá de la aprobación de las hermandades, como sucede ahora. Las cofradías deberán presentar copia del decreto de erección canónica y de los estatutos aprobados por la autoridad diocesana y tendrán que figurar inscritas en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia. Será necesario un informe del consiliario de la hermandad y del delegado diocesano de Cofradías. A partir de ahí la asamblea general sólo necesitará que se le informe del ingreso de la nueva hermandad.

Este procedimiento es más parecido al que hay en otras ciudades como Sevilla, donde todas las hermandades son miembros del Consejo General desde el mismo momento de su aprobación. Evita así problemas como el que se dio el año pasado, cuando la asamblea de la Agrupación rechazó la entrada de la Quinta Angustia y los Dolores de Alcolea. El día 27 se volverá a votar su ingreso, todavía con los estatutos actuales, que no entrarían en vigor hasta otoño.