(En vídeo) La Borriquita ya abre la Semana Santa de Córdoba desde San Lorenzo

Será bueno que haya vísperas, pero ningún cambio quitará el brillo de una mañana de Domingo de Ramos, la alegría de madrugar con el sol e irse a disfrutar de lo que se ha amasado durante tantos días. Y ha amanecido el día de ensueño: sin una nube en el cielo y con la promesa de calor y de no tener que preocuparse por nada que no sea pasar el tiempo.

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Álvaro Carmona

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Con bastantes nazarenos cubiertos y no pocos niños hebreos ha ido acercándose el Señor de la Entrada Triunfal, que ha proclamado en la madera lo que se iba leyendo en las iglesias de toda Córdoba al comienzo de la Pasión de Cristo.

Llevaba flores en un color entre el rosa y el malva, y sobre todo la ilusión del comienzo. Ha avanzado con chicotás largas de más de una marcha y había menos aplausos que expectación, siempre con esa emoción que no necesita apenas expresarse para ser honda.

Al poco ha llegado la Virgen de la Palma en su paso de palio. Toda levedad, sutileza, alegría. La ha recibido 'Pasa la Virgen Macarena' y todo han sido miradas a la cera rizada, al dolor mezclado en la luz de la clara mañana, del pellizcarse para saber que todo ha empezado.

Queda mañana, tarde y noche. La Entrada Triunfal busca la Catedral. Por la tarde saldrán el Rescatado, las Penas, la Esperanza, el Amor y el Huerto, todas bastante temprano. Nadie pregunta por el tiempo. Es Domingo de Ramos azul y es Semana Santa en Córdoba.