El sello Thyssen en Córdoba, marca mundial del arte

El 1 de abril de 2022 el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A) abrió la exposición «Futuros abundantes», la primera que se hace tras el acuerdo entre el Ayuntamiento de Córdoba, la Junta de Andalucía y la Fundación Thyssen-Bornemisza Contemporary Art, la TBA 21. Es la colección de Francesca Thyssen-Bornemisza, una de las hijas del barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza (1921-2002), que heredó el gusto por colec­cionar arte pero lo hizo con unos parámetros distintos que tienen que ver con estar pendiente de lo que sucede en este tiempo para promo­verlo y adquirirlo. Su presencia en la ciudad en bastantes ocasiones desde que se rubricó el acuerdo es ya una muestra de su implicación personal en el proyecto: «Estamos en Córdoba para aprender».

Es mucho más que una muestra por todo lo que confluye a su alrede­dor. Para empezar, en una ciudad acostumbrada a muestras de nivel nacional, en el mejor de los casos, y siempre en un tono más doméstico, supone la llegada de grandes autores actuales de todo el mundo, casi siem­pre internacionales. Lo hace en un ámbito, el del arte actual, donde es más fácil distinguirse, ya que no todas las ciudades tienen un lugar para exponer este tipo de obras, y Córdoba se posiciona en la lucha por exhibir un tipo de creación que está llamada a marcar el futuro en los años siguientes.

También supone una nueva vida para el C3A, que se concibió con la idea de que acogiese la creación más actual con la vista puesta en la lucha por ser Capital Europea de la Cultura en 2016, pero que desde su inauguración, a finales de ese mismo año no ha conseguido despegar en número de visitas ni en la repercusión de sus actividades, aunque continúe creciendo. La muestra ocupa la mayor parte de su superficie

'Futuros abundantes' consiguió su primer cometido de inmediato y consiguió eso tan difícil que es poner a una ciudad en el mapa. En el caso de Córdoba en un mapa distinto al del Patrimonio Histórico y es en el de los formatos actuales. Porque puede haber algún lienzo, dibujo o fotogra­fía en el C3A en este tiempo, pero hay sobre todo videocreaciones e instala­ciones de gran tamaño, piezas que los cordobeses con más inquietudes por la creación actual tenían que ver en las revistas especializadas.

Ahora siguen saliendo en ellas, o deben, pero también se pueden conocer en el mismo lugar, en la misma ciudad. No es poca cosa, porque Francesca Thyssen y su fundación no sólo coleccionan arte ya hecho, como hacía su padre con grandes obras de siglos pasados, sino que también lo producen: encargan trabajo a los autores y lo pagan, al modo de los grandes mecenas del Renacimiento.

Porque las obras son de formatos nuevos y por lo tanto necesitan un espacio nuevo: John Akomfrah propo­ne una instalación de vídeo en seis canales sobre los efectos del cambio climático en el planeta y en el ser humano y Olafur Eliasson documen­ta los paisajes helados. Entre otras propuestas. 'Futuros abundantes' se renovó parcialmente el 19 de octubre con piezas todavía más sorprenden­tes, como la de Patricia Domínguez, que mostraba a un robot-sirena.

Porque una de las señas del sello Thyssen en Córdoba es que son obras de hoy y no sólo por la forma o por los autores, jóvenes casi siempre, sino también por los temas que se tratan, y que reflexionan sobre los problemas del mundo actual. El trabajo de la fun­dación, además, no se ha quedado en la exhibición, sino que incluye otras muchas actividades.

En la primavera de 2023 llegará la segunda gran exposición, que man­tiene la línea de 'Futuros abundan­tes', pero incorpora obras de auto­res de la década de 1980 y un nom­bre estelar: Marina Abramovic, pre­mio Princesa de Asturias de las Artes en 2021 y artista de gran reper­cusión mundial. Todo desde Córdoba y con el sello Thyssen