Economía
La voz de los parados de Córdoba: «Hay que hacer muchos equilibrios para llegar a fin de mes»
Desempleados relatan a ABC cómo viven su situación, desde los que acaban de aterrizar en él hasta los de larga duración
Córdoba cierra 2022 con 13.800 ocupados menos, una bajada del 4,5% de la que tira el mal dato del campo
Córdoba salda 2022 con 2.685 parados menos, a fecha de diciembre, que hace un año, una caída del 4%
Baltasar López
Córdoba
El paro, pese al último descenso interanual registrado en la provincia, sigue afectando a miles y miles de cordobeses: en concreto, hay 63.300 personas sin trabajo a fecha del último trimestre, según los datos de la EPA difundidos ayer por el INE. ... Acudir a las oficinas de empleo de Colón del SEPE y del SAE permite recoger las historias que hay detrás de esa cifra: desde los que llevaban ya lidiando mucho tiempo con el desempleo hasta los que acaban de aterrizar en él.
Al mediodía, a sus puertas, Sonia (nombre ficticio, porque prefiere hablar desde el anonimato), que pertenece al sector de la limpieza, explica que «estoy parada desde hace cinco años, pero ha sido por una enfermedad». «Buscando más activamente empleo, llevo tres meses», añade.
La economía de Córdoba encara una ralentización «moderada y progresiva» en los próximos meses
Baltasar LópezComercio, hostelería y agricultura, que sufre además la sequía, muestran mayor preocupación por la situación
Comenta que vive con su madre, que es pensionista. «Para afrontar los gastos de la casa, es complicado. Tenemos que ajustarnos mucho. Tengo que moverme, buscar algo de trabajo», confiesa, para luego añadir que «la cosa está fea para encontrar» una ocupación. «Le doy muchas vueltas a estar así. Pero, bueno... Hay que ser optimistas», acaba.
«Llevo en el paro desde el mes pasado. Busco empleo todos los días; lo hago como si fuera un trabajo»
Lorena Calvo
Parada
Entra a una de las oficinas y se cruza con Remedios González, que sale a toda velocidad de ella. Es de esos parados de larga duración (los que superan un año sin lograr trabajo), porque lleva desde 2019 sin conseguir un empleo. «La esperanza de encontrar trabajo es lo último que se pierde», asegura tras detenerse un minuto con el periodista.
No obstante, cuando se le pregunta por cómo están económicamente en su familia, sí matiza que se encuentra un «poco desesparadilla» por encontrar un trabajo para ayudar a los ingresos de la casa. Retoma su andar rápido y cruza uno de los semáforos que conducen al parque de Colón.
Lorena Calvo está en el otro extremo temporal del de Remedios, porque ella, trabajadora del sector del comercio, lleva en las listas del desempleo desde «el mes pasado». «He trabajado siempre, desde los 18», añade, para luego indicar cómo afronta esta nueva situación. «Estoy tratando de encontrar empleo a través de plataformas [en Internet]. Busco empleo todos los días; lo hago como si fuera un trabajo», comenta.
«Creo que voy a encontrar trabajo. Si no, entonces...», añade, mostrando optimismo ante su situación. Eso sí, matiza que «tengo una hija de quince años y depende de mí porque vivo sola con ella. O sea, que... Ahora, hago muchas cuentas para llegar a fin de mes».
A José Montilla, transportista, lleva bastante más tiempo atrapado en las garras del desempleo. Acumula «un año sin trabajar». «Económicamente estamos jodidos, porque sólo entra en nuestro hogar la ayuda de 480 euros. En casa, estamos mi señora, que también está parada, y yo solos, pero los gastos son los gastos», reflexiona, para luego añadir que «hay que hacer muchos equilibrios para llegar a final de mes».
José no tiene esperanzas de que el servicio público de empleo encuentre trabajo para él. «Busco metiéndome en páginas por Internet, enviando currículos por email, porque ya no se pueden entregar en mano». «Esto me quita el sueño bastante», acaba.
«Llevo un año parado y me quita el sueño bastante. Mi señora también está desempleada. En casa, sólo entra la ayuda de 480 euros»
José Montilla
Parado
Los diversos escenarios en que se puede encontrar un desempleado van dando la cara en Colón a medida que suceden los testimonios. El de Mari Cruz Tena es el de una mujer que lleva casi dos años desempleada. Antes de quedarse sin trabajo era «teleoperadora». «En casa, económicamente, estamos mejor que mucha gente, la verdad», apunta.
Sobre su horizonte profesional, asegura que «va a empezar a buscar ahora» y que está estudiando auxiliar de enfermería, para ver si puede trabajar «de otras cosas», añade su marido. «Es que de lo suyo está complicado», afirma su esposo.
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