Así son los nuevos mediadores culturales de Córdoba: mejorar la visita e información en los museos municipales

La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, Isabel Albás, ha explicado este jueves que este servicio se ha adjudicado a Sedena, una empresa navarra considerada la mejor en este servicio, y que lo prestará por dos años con opción a dos prórrogas de un año cada una, por un precio de 1,3 millones para este bienio.

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Eso sí, las personas a las que se contrata son cordobesas y la mayoría mujeres, con conocimientos de cultura y de idiomas para poder atender a todos los visitantes. Los mediadores comienzan prestando servicio en el Museo Taurino, el Museo Julio Romero de Torres y los Baños del Alcázar Califal.

Estarán debidamente uniformados y responderán a cualquier cuestión en varias lenguas, desde los aseos y las salidas hasta el contenido de los fondos, de forma que su ámbito de trabajo será bastante amplio.

En el Museo Julio Romero de Torres, por ejemplo, podrán hablar de las obras y de la figura del pintor cordobés, pero a su vez también comunicar incidencias que previamente hayan informado los visitantes. La mediación entre la gestión y el visitante será clave.

Isabel Albás ha explicado que conocerán el funcionamiento interno de los centros, realizarán encuestas de satisfacción y contribuirán a «dinamizar« estos espacios, tanto para las personas de fuera de la ciudad como de los propios cordobeses que acudan a los museos y monumentos.

A partir de ahí, su función tendrá que crecer hacia las visitas teatralizadas y actividades temáticas, ha insistido Isabel Albás, que ha recordado que en otoño comenzará a aumentarse su actividad a otros espacios. Será el momento en que se sume, tras su reapertura, el Alcázar de los Reyes Cristianos.

En temporada alta, es decir, de marzo a mayo, crecerá hasta once mediadores culturales que se distribuirán entre todos los espacios culturales del Ayuntamiento de Córdoba.

La tarea de estos mediadores culturales es distinta a la de los guías turísticos, y por lo tanto no supone una competencia. Isabel Albás ha relatado cómo se reunió con las asociaciones que representan a este sector para explicarlo.

«Podrán complementar a los grupos que llegan con los guías turísticos, pero su tarea fundamental consiste en responder a preguntas, ofrecer información y, en general, conseguir una visita con mayor calidad«, según la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba.

Puso como ejemplo lo que sucede en la Alhambra de Granada, que es uno de los lugares en que empezó a desarrollarse el servicio de los mediadores culturales, y se espera que en Córdoba «ayuden a mejorar la experiencia«. En el futuro podrían extenderse al Templo Romano, Puerta del Puente, Mausoleos y todos los conjuntos patrimoniales que gestiona el Ayuntamiento.

El contrato con Sedena llega después de una primera licitación fallida, y que lo fue precisamente por haberlo tumbado esta firma, al haber quedado fuera del primer proceso. En la segunda licitación ha conseguido el contrato.