Juan Salamanca, precisamente, por su gran respeto a la tradición, las raíces familiares y el cuidado del medio ambiente decidió fundar la empresa de agroecología Biovalle, una iniciativa que ha logrado recuperar la naranja autóctona de Palma del Río, la naranja cadenera, sino que le ha dado fama mundial con exportaciones a Francia o Bruselas, donde es una de las variedades, en su modalidad ecológica, más demandada.
Salamanca, en una entrevista en ABC Córdoba, reconocía que «el potencial de la naranja es infinito», ya que con ella se puede realizar «desde un flan de naranja, como el que hace mi madre, sin leche ninguna, el rosco de vino de toda la vida pero con naranja, el típico remojón con su bacalao, zumos, o gelatina, que yo la hago mucho para un niño pequeño que tengo. Hay muchas posibilidades».
El funeral tendrá lugar este viernes 30 de mayo en Palma del Río a las 18.00 horas en la Parroquia de la Asunción.
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