RESTAURACIÓN
Muere Francisco Santos, el hostelero que revolucionó Córdoba con su tortilla
El bar ha informado en sus redes sociales de su fallecimiento en el día de ayer
Dónde tomar una buena tortilla de patatas a un segundo de la Mezquita de Córdoba
El bar Santos y su tortilla
Córdoba
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Iniciar sesiónJornada de luto en la restauración de Córdoba. La cuenta en Instagram del Bar Santos, conocido dentro y fuera de nuestras fronteras por sus enormes y sabrosas tortillas, ha informado esta mañana de que ha fallecido el que fuera su fundador, ... Francisco Santos Serrano.
En esta red social, se ha comunicado en un emotivo mensaje que «anoche nos dejó para siempre, hombre bueno y trabajador, buen padre y esposo. Allí donde estés que Dios te bendiga. Siempre en nuestro corazón. Gracias por tanto».
En las páginas de ABC Córdoba, ha quedado reflejada la historia de este conocido local y de Francisco Santos. No fue hostelero de vocación, pero acabó convirtiéndose en uno de gran éxito. Con cuarenta años y cansado de ganar unas veces algo y otras nada con el campo, alquiló en 1966 un local frente a la Mezquita-Catedral, en Magistral González Francés, número 3.
Él y su mujer, Carmen Serrano, reformaron lo que era una peluquería y pusieron en marcha un bar, que no triunfó a la primera. «Hubo tiempos tan malos que no podíamos pagar el alquiler del local. Sin embargo, a veces, cuando hacíamos caja y llegábamos a las seiscientas o setecientas pesetas nos volvíamos locos», explicaba Francisco Santos en este periódico.
Cordobeses, turistas, famosos y personalidades
Al principio la ensaladilla y chorizo al infierno eran muy solicitados. Sin embargo, un día este hostelero pidió a su esposa que le hiciera una tortilla para almorzar, según comentaba, pero «cuando la gente la vio, empezó a pedir una cuña y otra, y otra hasta que me quedé sin tortilla». «Vaya, que en lugar de comérmela la vendí y así fue como comenzó a venir la clientela pidiendo tortilla», explicaba.
Estaba naciendo un superventas de la gastronomía local. Cordobeses y turistas, cada vez más numerosos en la ciudad, empezaron a convertir en costumbre comer las cuñas de la gigantesca y deliciosa tortilla del Santos. La receta de Carmen se demostró imbatible: cinco kilos de patata y 25 huevos, para hacer unos tortillones de 25 centímetros de diámetro y 15 de altura.
El éxito hizo que la clientela no fuera sólo anónima. los presidentes de países como México o Uruguay o Boris Yeltsin degustaron la «spanish tortilla». También lo hicieron artistas a su paso por Córdoba, como El Lebrijano, Carmen Sevilla y Carmen Maura.
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