El Jueves Santo en las calles de la capital cordobesa fue espléndido con el paso de las seis hermandades en su estación de penitencia a lo largo de la tarde y la noche: la Caridad, el Caído, el Nazareno, la Sagrada Cena, las Angustias ... y Gracia. Durante la madrugada, la hermandad de la Buena Muerte tomó el relevo con su característico cortejo austero y sobrecogedor. Desde el bullicio de la salida de la Cena hasta la sobriedad de las Angustias o la profundidad devocional del Nazareno, Córdoba vivió una jornada en la que la fe se expresó en todas sus formas.
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