mirar y ver
Con un cheque debajo del brazo
Una sociedad sin niños es un paraje inerme, sin porvenir y no quiero que el museo se haga cierto
El cheque bebé de 500 euros por nacimiento en Córdoba se podrá empezar a pedir a partir del 1 de abril
Ayudas para la natalidad en Córdoba: estos son los pueblos con 'cheques bebé' en 2024
Todos miraban con nostalgia y escuchaban fascinados las últimas risas infantiles que se habían podido rescatar, expuestas en el museo dentro de infranqueables urnas y custodiadas con altas medidas de seguridad como el mayor tesoro de la humanidad, —no las quisieron cuando pudo ser ... y ahora se lamentaban—. Es ficción, pero reflejo de una pérdida. Estamos en una constante y creciente crisis de natalidad.
La muy admirada vieja Europa, origen de tanto, culta, influyente, experimentada y estable, se está haciendo vieja en el sentido más literal del adjetivo: encanecida, menguada, cansada. Se tienen menos hijos y más tarde. La tasa de natalidad de Europa es una de las más bajas del mundo, la de España, una de las más bajas de Europa, 6,61 nacimientos por cada mil habitantes; es decir, poco más de un hijo por mujer, y en continuo declive. También Córdoba se mantiene en estas cifras (6,86 ‰) y pierde población.
La dificultad para encontrar trabajo, su precariedad, los cortos sueldos y el aumento del coste de la vida, mantiene a los jóvenes presos de la inseguridad, de la incertidumbre y del miedo al futuro, que los lleva a posponer la llegada de los hijos. No les es sencillo encontrar una vivienda asequible económicamente para construir un hogar. No siempre disfrutan de la posibilidad de conciliación familiar y de compatibilizar la vida laboral y familiar de manera adecuada. Mucho de esto, entre otras razones, es causa de la subida de la media de edad de la maternidad, que se sitúa ya en casi los 33 años.
Se hace necesario promover la natalidad, así como plantear políticas públicas para que quienes quieran tener hijos puedan ser libres en esta decisión, no se puede convertir la vida en un problema. En esta línea y aunque no sea suficiente, el Ayuntamiento ha dado un paso adelante y acaba de presentar el primer programa de ayudas al nacimiento, un cheque bebé para los nacidos este año, como medio para detener la tendencia de no natalidad y para colaborar con las familias en los gastos de los primeros meses de los recién nacidos o de los niños adoptados; una propuesta concreta y muy bienvenida.
Porque los jóvenes han de percibir que no están solos y que su esfuerzo y sus hijos son un bien que toda la sociedad agradece y apoya, con la creación de las condiciones precisas para que puedan llevar a cabo su proyecto de familia. Lo contrario sería muy injusto y un suicidio social irreversible. La vida humana es un don, que no admite ninguna otra prioridad. El descenso acelerado de la natalidad es inquietante y afecta al futuro. Para el Papa Francisco, «el número de nacimientos es el primer indicador de la esperanza de un pueblo». Una sociedad sin niños es un paraje inerme, sin porvenir y no quiero que el museo se haga cierto.
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