Relevo y estabilidad en el Círculo

Pedro López accedió a la Presidencia en 2017, en unas de las elecciones más concurridas que se recuerdan. En estos últimos ocho años, el Círculo ha logrado el máximo galardón en sus 171 años de historia: la Medalla de Andalucía a las Ciencias Sociales y las Letras, otorgada por la Junta de Andalucía. En materia cultural se han seguido desarrollando notables actos en todas las disciplinas, así como un proyecto museístico de su patrimonio artístico. Durante la pandemia no se despidió a ninguna de las personas trabajadoras del Círculo y el saldo económico que entrega es impecable. El noble talante humano de Pedro ha marcado su gestión.

Por ello afirmamos que a Pedro López no se le sustituye, sino que se le sucede. Y lo hace quien durante los ocho años de su mandato fue su vicepresidente, Nicolás de Bari Millán Cruz. Estabilidad y continuidad definen la buena senda que lleva desde hace años el Círculo, que repercute de puertas adentro, pero también de puertas afuera por lo que representa el Círculo en Córdoba, como señala la nueva Junta Directiva en su primer comunicado: «El Círculo, desde su fundación, ha sido un pilar en la vida cultural y social de la ciudad. Su sede, su patrimonio artístico y su biblioteca forman parte de la memoria colectiva de Córdoba, y así es reconocido por todos, tanto los socios como quienes, sin serlo, sienten que forma parte de sus vidas. Esta herencia, que todos compartimos con orgullo, nos obliga a mantener y potenciar su esencia, su identidad, afrontando con decisión esta nueva etapa».

Nicolás llega al cargo con la mayor ilusión, con experiencia, con humildad y «con un firme compromiso con nuestra historia, conscientes del valor que esta institución representa para Córdoba y para todos quienes formamos parte de ella». Con un brillante y amplio historial militar, culminado como coronel Diplomado en Estado Mayor y subdelegado de Defensa en Córdoba, unido a su Grado en Derecho, resulta ampliamente valorado en nuestra ciudad. Compartimos las mismas aulas del Colegio Marista Cervantes y la Hermandad de la Expiración y en cierta ocasión me comentó que cuando a un marino se le entrega el mando de un buque se le dice «buena suerte» y la «enhorabuena» se reserva cuando entrega el mando si la ha merecido. Buena suerte, por tanto, Nicolás, ahora. Con la certeza de que recibirás la enhorabuena al final de la singladura.