Joaquín Pecci (La Carloteña): «En España no existe una fábrica de asados en torno a los hornos como esta»

-Comenzaron su actividad con el pollo relleno, pero con el paso del tiempo han ido ofreciendo nuevos productos al mercado. ¿Cuáles son las últimas novedades que han incorporado?

-El pollo relleno al horno, con el que iniciamos nuestra actividad, sigue siendo el producto más vendido y es una referencia en el sector de la charcutería, ya que está presente en cualquier cadena nacional de supermercados. Con el paso del tiempo hemos ido incorporando nuevos productos de este tipo, así como otros específicos para la campaña de Navidad, en donde también somos líderes. Posteriormente, abrimos líneas de loncheado para adaptarnos a las necesidades de los clientes, que son las que actualmente que generan un mayor negocio en la fábrica. Lo último que hemos desarrollado es una línea de platos preparados. Con todo ello, sumamos en torno a unas cien referencias. De cara a primavera queremos presentar en el mercado un pollo al curry con presentaciones muy novedosas, así como fajitas, tacos y kébabs.

-¿Qué peso tiene la exportación en el conjunto del negocio de La Carloteña?

-La exportación funciona poco en nuestro caso. Apenas llega a un cinco por ciento de las ventas y los mercados principales son los europeos. Hemos intentando muchas veces aumentar esas cifras, pero nuestros productos son difíciles de interpretar fuera de España al contar con sabores propios de este país. A nivel nacional estamos presentes en las principales cadenas de distribución y a nivel regional tiene mucha importancia para nosotros nuestra presencia en firmas locales cordobesas como Piedra o Deza.

-En el año 2021, ustedes inauguraron sus actuales instalaciones. ¿Tienen previsto llevar a cabo nuevas mejoras en las mismas?

-En 2020 ya tuvimos que llevar a cabo una ampliación de nuestra fábrica para reforzar nuestra línea de platos preparados. De esta forma, la superficie actual de nuestras instalaciones ronda los siete mil quinientos metros cuadrados. En la planta está plenamente adaptada para garantizar la seguridad alimentaria de nuestros productos. Creemos que en España no existe una fábrica de asados como esta al girar su actividad en torno a los hornos y a las materias primas que seleccionamos personalmente. Estamos estudiando una posible nueva ampliación de la industria. Todas las empresas estamos analizando cuál es el mejor momento para llevar a cabo inversiones y hay que tener en cuenta que nuestro sector está creciendo y que resiste bastante bien las crisis. El problema es el precio elevado de las materias primas, por lo que estamos esperando que este asunto se estabilice para poder impulsar este proyecto que estaría dirigido a la ampliación de nuestra capacidad de elaboración de platos preparados.

-¿Cuál es la subida de costes que más les ha afectado?

-El tema de la subida de los costes ha supuesto un auténtico tsunami para todas las empresas agroalimentarias. En nuestro caso, los gastos que más nos han afectado tienen que ver con las materias primas con las que trabajamos, como es la carne de pollo o de pavo de primera calidad, que el año pasado se encarecieron un veinticinco por ciento por los problemas de los cereales. A todo esto se suman las alzas del precio del cartón, el plástico o la energía. También ha habido incrementos en el apartado laboral debido a la adaptación de los convenios a la inflación. Hemos vivido momentos muy difíciles. Nuestra política ha sido trasladar esta situación a los precios de nuestros clientes solo cuando hemos visto que se convertía en estructural. En una primera fase hemos absorbido gran parte de la subida de los costes y, posteriormente, los hemos ido repercutiendo en una parte de nuestros productos, aunque siempre buscando un equilibrio y de forma gradual.

-¿Qué perspectivas mantienen para la empresa en 2023?

-En 2022 conseguimos un crecimiento de nuestras ventas de alrededor del cinco por ciento y llegamos a los veintisiete millones de euros en facturación. Este año esperamos alcanzar los treinta millones. Hay que tener en cuenta que nosotros no nos dedicamos al gran consumo, sino que nos centramos en los productos de calidad y artesanos, por lo que creemos que esas cifras son bastante razonables. Todas las empresas agroalimentarias trabajamos ahora en la mejora de nuestros márgenes de rentabilidad que permitan la subsistencia de la actividad.