Los hoteleros de Lucena denuncian la competencia desleal de los pisos turísticos ilegales

Por su parte, el presidente de la asociación, Antonio Jiménez, refiere que esta competencia «nos tiene hundidos porque son viviendas que no cumplen con las medidas de seguridad, higiene o control de viajeros a las que nosotros sí estamos obligados, con el consiguiente gasto de licencias y acondicionamiento de nuestros hoteles que nosotros sí sufragamos». Esto se traduce en «el precio porque, al tener menos gasto, pueden ofrecer las plazas a menor coste mientras que nosotros estamos trabajando con menor margen de beneficio y bastante menos ocupación de la que debíamos».

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El registro oficial de la Junta de Andalucía refleja que, actualmente, Lucena cuenta con 252 plazas hoteleras sumando los dos hoteles de cuatro estrellas Los Bronces (78) y Santo Domingo (54); de dos estrellas Al-Yussana (21); de una estrella Sierra de Araceli (16); los hostales El Polígono (32) y Doña Lola Alojamientos Boutique (9); y las pensiones Las Palomas (28) y Sara (14). A éstas hay que sumar 392 plazas en otros alojamientos: en apartamentos turísticos 6, en casas rurales 74, en viviendas de uso turístico 252 y en viviendas turísticas de alojamiento rural 60.

Desde el colectivo solicitan dos necesidades urgentes: «Hacer un estudio y cuantificar cuántos alojamientos legales puede haber en función de las plazas hoteleras existentes, no se pueden otorgar licencias infinitas y ahora mismo los establecimientos de alojamiento que no son hoteles son más del doble que sumando todos los municipios de la comarca» y, de otro lado, «realizar inspecciones en las viviendas que ofrecen este servicio sin licencia para ello y, por tanto, de manera ilegal».

«Es un serio problema no solo de competencia desleal sino sanitario porque pueden generar plagas de insectos o infecciones ya que no realizan los controles que nos obligan a los establecimientos hoteleros de desinsectación y desratización, al igual que la identificación de viajeros», señala Campos. Es necesario que «se realice una inspección exhaustiva y comiencen a pagar impuestos y a cumplir la ley», subraya Jiménez. A esto se suma el cambio de tendencia en los viajeros incluso en los profesionales que viajen por negocios, «antes era la propia empresa la que gestionaba el hotel del representante de su firma y ahora le entrega un importe para dietas. Esto conlleva a que, por ahorrarse una cuantía, compartan piso con otros profesionales antes que reservar en un hotel», explica el secretario.

Por ello, la pasada semana mantuvieron una reunión los responsables de la asociación junto al alcalde lucentino, Aurelio Fernández, y el edil de Turismo, Francisco Barbancho. Desde el colectivo han asegurado que el equipo de gobierno se ha comprometido a tomar medidas, entre las que les solicitan «ampliar inspecciones de calidad sanitaria por parte de la Policía Local y la Delegación de Urbanismo para cumplir con las condiciones de accesibilidad, dimensiones o climatización».

La asociación destaca que «hay ayuntamientos que están a años luz de nosotros y están tomando medidas, en Lucena está todo por hacer». Desde el Consistorio se han comprometido a tener una reunión para informar de las próximas medidas a tomar. Las competencias en materia de vivienda y turismo son de las comunidades autónomas pero la ordenación y control de la competencia recae en los ayuntamientos y son quienes tienen potestad para retirar la licencia de viviendas como uso turístico si no cumplen la normativa, además de limitarlas.

Asimismo, han solicitado al Consistorio una revisión de la oferta turística y las actividades promocionales del municipio dado que «hay fines de semana en los que se concentran muchos eventos y no tenemos capacidad para acogerlos, y otras semanas no existe oferta por lo que es necesario distribuir mejor los eventos y organizarlos con vista a que implique la pernocta en la ciudad», dice el secretario.

Por último, el colectivo ha criticado «el turismo de autobús que, aunque aumente la cifra de visitantes, realmente no pernoctan y, en muchos casos, ni almuerzan, por lo que el gasto en restauración y hoteles es cero. Lo único que dejan en Lucena es botellas de plástico en las papeleras, no les vendemos ni un café». «En Lucena no hay mucho turismo, nos salvan los eventos privados, como las bodas, o la clientela empresarial ya que Lucena es una ciudad eminentemente industrial, y esto debe cambiar», asegura Campos, identificando los meses de marzo, abril, mayo, septiembre y octubre.