Pretérito Imperfecto

Susanismo, ¿regreso al futuro...?

No es descabellado que el susanismo engrase ya tuercas viendo el panorama que viene

Susana Díaz vuelve a la carretera a cien días de las elecciones municipales

No es baladí que Susana Díaz regrese al foco político en Andalucía. En un mitin de un pequeño pueblo malagueño. En el peor momento del PSOE de Sánchez y, por ende, de Juan Espadas. Veinte meses después de que perdiera las primarias ... con el ex alcalde de Sevilla y 'purgara' su derrota en un escaño de oro —con eco en el tertulianismo capitalino—. Como sin querer hacer ruido, pero insinuándolo. La versión oficial de sus correligionarios pasa por el esfuerzo común en una causa crucial: conservar el mayor número de alcaldías posibles (cuenta con el 70% de los municipios andaluces, que no equivale al mismo porcentaje de población). La realidad puede ser otra distinta. Los primeros movimientos soterrados ante un regreso al futuro que la trianera soñó un día como gran lideresa de la moderación (y la obviedad) frente a los gobiernos 'Frankenstein'.

La inercia que marcan los sondeos de empresas privadas (no la olla de Tezanos donde sirve el puchero a gusto del líder) siembra de inquietud todas las sedes socialistas ante un posible costalazo de mayúsculas dimensiones. Córdoba no es ajena a ello. En juego, la Diputación, la auténtica 'Casa del Pueblo' del aparato para cubrir favores, equilibrar corrientes, reubicar a descolgados, hacer carrera y contraprogramar al PP en el Ayuntamiento o ciertas alcaldías. Es una cuestión de manejo de recursos y de reajuste laboral. La victoria en las ocho capitales que determinan estos sondeos (alguno público de la actual Junta también) y la posibilidad de asaltar las Corporaciones provinciales, con el dique de grandes ciudades y el área más urbana y costera donde los populares siguen firmes, deja al PSOE la resistencia en las 'agrociudades' del Valle del Guadalquivir y los pueblos donde la despoblación está empezando a hacer estragos junto con las últimas crisis económicas.

Tras la durísima derrota de las autonómicas con la mayoría absoluta de Juanma Moreno, las costuras internas pueden saltar si las elecciones municipales replican ese resultado y confirman las encuestas. Sin olvidar la posibilidad, más que plausible, de que estos comicios locales y autonómicos sean el primer asidero de contestación y rechazo a la dirigencia de Pedro Sánchez. Lo que en tiempos ocurrió con muchas alcaldías que el PP perdió en 2015 —la mayoría absoluta de 80.000 votos de Nieto entre ellas— por el castigo a Rajoy.

No es nada descabellado, pues, pensar que el 'susanismo', discretamente situado en la disciplina de partido, haya decidido engrasar tuercas en vistas de un horizonte inmediato repleto de nubarrones negros, si en las generales de final de año se consuma una derrota de Sánchez y el partido entra en convulsión interna. No es baladí, pues, el anuncio que el otro día hacía el todavía presidente de la Diputación y alcalde de Rute, Antonio Ruiz, destacado 'susanista' donde los haya, de que le gustaría repetir al frente del Palacio de la Merced. A sabiendas de que tiene otros novios el puesto, no deja de ser un aviso a navegantes para regresar al futuro.

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