Así es el espectacular glamping de lujo en Adamuz que mira al cielo desde los árboles

Rafael Ceballos (Adamuz, Córdoba) ha desarrollado su actividad profesional en las grandes ciudades de España, pero decidió emprender un negocio arriesgado en su casa, en una finca de su tierra natal. Ahora compagina su labor profesional en un fondo de inversión con sede en Sevilla con la pasión de haber puesto en marcha un formato de alojamientos pionero en España.

El glamping es un fenómeno que fusiona dos conceptos aparentemente antagonistas: camping y lujo o glamour. El estereotipo hace pensar que disfrutar de lo segundo es imposible en lo primero. Sin embargo, Ceballos, con su socio gallego Jorge Sánchez, ha demostrado que estaban equivocados. La Dehesa Experiences ofrece pernoctar en el interior de la naturaleza, en una especie de cabaña entre encinas, con las comodidades de un hotel de cinco estrellas.

El estiloso complejo turístico de Ceballos cuenta con seis alojamientos de lujo en un paraje espectacular de dehesa. Se trata de 'cabañas' de planta única y prácticamente diáfanas en el interior, totalmente construidas en madera y con cerramientos de vidrio que permiten la visibilidad del eterno y tranquilo horizonte, además con la ventaja de la plena intimidad respecto del resto de hospedajes.

Cada alojamiento tiene una planta completa de 123 metros cuadrados para los que 65 metros cuadrados se dedican a la habitación o apartamento. Están dotadas de las mejores calidades. Los seis hospedajes tienen piscina privada en la terraza junto a cómodas tumbonas y sofás. En el interior todo está muy cuidado. Camas tamaño extra grande, bañera para relajarse, aire acondicionado por si hace falta (lo normal es dormir arropado incluso en verano) y una cantidad de productos de alimentación y bebidas disponibles para que no falte de nada.

Los alojamientos, por su calidad y por sus excelentes servicios, tienen unos precios que oscilan entre los 300 y los 500 euros por noche, asegura Ceballos. El Glamping La Dehesa Experiences está abierto todo el año, aunque la temporada alta está fijada en marzo y abril además de septiembre y octubre. En estas fechas, se exige un mínimo de dos noches que está previsto que pase próximamente a tres.

Este novedoso formato turístico, que ha irrumpido con mucha fuerza desde Adamuz (Córdoba) para el resto del país y Europa, está acompañado de la posibilidad de disfrutar de 15 experiencias diferentes de cuatro grandes grupos: aventura, salud, gastronomía y románticas. La escapada de romance, precisamente, está compuesta por una decoración especial del alojamiento y una cena única.

Las más solicitadas son las de aventuras. Aquí, Ceballos explica que el complejo ofrece la posibilidad a sus clientes de realizar con monitores especializados rutas de senderismo, seguimiento de la 'Berrea', paseo en kayak, visita a cuevas, paseo en caballo (de las más demandadas), viaje en globo y una ruta Starlight para disfrutar de noche de las estrellas y su reconocimiento. En la zona son populares los linces (muy difíciles de ver), los ciervos, el águila real o el águila imperial.

La experiencia gastronómica está supervisada por un 'sumiller' para maridar los productos. Hay jamón ibérico de Los Pedroches, queso de Zuheros, vinos de Montilla-Moriles, carnes de Montoro (Asenjo) y hasta pizzas artesanas de Palma del Río (Palau).

Además, en materia de salud, el complejo ofrece masajes con madero-terapia y terapéutico, que se realizan en la propia habitación. Precisamente, esa es otra de las grandes ventajas de este paraíso en el corazón de Sierra Morena. «Todas las experiencias y comidas que desee el cliente se le facilitan y se realizan en el propio alojamiento, para que no tenga que desplazarse a ninguna otra parte; nosotros nos encargamos de todo», apunta Ceballos.

El tipo de cliente que visita el Glamping La Dehesa Experiences está muy estandarizado. «El 80 por ciento» de los turistas «son parejas», explica Ceballos. Sin embargo, «también vienen familias», ya que dos de los seis alojamientos disponen de una distribución similar a dos habitaciones y capacidad para cuatro personas. Además, los clientes tienen un alto poder adquisitivo. La empresa, por ejemplo, capta clientes en Londres, pero la mitad de sus visitantes es de Madrid.

El negocio necesitó «dos años de trámites» para salir adelante, aunque condicionado porque «nos pilló la pandemia». Ceballos recalca que todo el material utilizado es «sostenible y respetuoso con el entorno en el que estamos», donde no se ha tocado «ni una rama» para instalar los seis alojamientos. La Dehesa Experiences cumplirá «dos años en servicio en mayo» con una aceptación y un éxito rotundo.

Este complejo cuenta con una plantilla de ocho trabajadores, además de los dos socios que pasan prácticamente dos semanas alternas supervisando al pie del cañón la evolución del negocio. Sin embargo, su huella en Adamuz, la comarca del Alto Guadalquivir y la provincia de Córdoba es mucho mayor. Sólo hay que darse un paseo por el complejo y el interior de las habitaciones para comprobar que «el 80 por ciento de los proveedores de nuestros productos y servicios son del municipio, de la comarca o la provincia», asegura con orgullo Ceballos. No sólo genera empleo directo, sino también que la rueda de la economía gire de forma indirecta.

El futuro es prometedor. Los propietarios ya estudian dos fórmulas diferentes para ampliar los alojamientos con formatos diferentes. En cartera y en pruebas están los espectaculares alojamientos de plena visibilidad exterior. Serán el siguiente paso al frente próximamente cuando superen todos los estándares de calidad. De fondo, también la posibilidad de instalar otra media docena de alojamientos con cabañas tipo alpino.

La Dehesa Experiences, un complejo de seis habitaciones de lujo en el interior de Sierra Morena, contará con un huerto ecológico para acercar y facilitar a los huéspedes a conocer de cerca los mejores productos y cultivos de la zona. Igualmente, en breve contará con un coqueto gallinero.