Se enfrenta a 10 años de prisión por violar a su expareja después de una noche de fiesta

La Fiscalía en su escrito de calificación recoge que la presunta víctima decidió poner fin a la relación sentimental, que fue aceptada por el acusado, por lo que abandonó el domicilio común y se trasladó a residir provisionalmente al domicilio de su madre.

Una vez rota ya la convivencia, el acusado y su expareja se reunieron de noche para tomar unas copas en casa de unos amigos. Concluida la velada y ya durante las primeras horas del día acompañó el acusado a su expareja hasta el que había sido domicilio común y una vez allí rogó a ésta que le permitiese quedarse a dormir aquella noche, a lo que accedió.

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En todo momento, la mujer, según el representante del Ministerio Fiscal, le había dejado bien claro al acusado que ambos habrían de dormir en habitaciones distintas.

Sin embargo, momentos después, encontrándose acostada en su cama, entró el acusado en la alcoba y le propuso mantener relaciones sexuales, lo ésta rechazó de modo tajante, negativa ésta que le produjo al acusado gran contrariedad, toda vez que se había propuesto «a toda costa» mantener aquella noche relaciones sexuales con ella, siendo ese el único motivo que le había impulsado a rogarle a que le permitiese pernoctar aquella noche en aquel domicilio.

Llegados a este punto, según el relato del fiscal, el acusado, irritado por esta negativa, agarró fuertemente a su expareja de las muñecas perpetrando la agresión sexual.

Los hechos anteriormente descritos son a juicio del Ministerio Público constitutivos de un delito de agresión sexual en la modalidad de violación, así como de un delito de lesiones leves en el ámbito de la violencia sobre la mujer.

A esto se une, que en relación con el delito de agresión sexual concurre la circunstancia mixta de parentesco al ser su expareja, por lo que el fiscal solicita para el acusado, por el delito de agresión sexual, la pena de prisión de diez años y libertad vigilada por tiempo de siete años; y por el delito de lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer, prisión de un año y privación del derecho a la tenencia y porte de armas por tiempo de tres años.

Procede igualmente, a juicio de la Fiscalía, imponer al acusado prohibiciones de aproximación a la persona, al en un radio inferior a 200 metros de su domicilio o trabajo, así como de comunicar con ella por cualquier medio por un total de 15 años.