Delitos sexuales, robos en viviendas y hurtos tiran del alza de la criminalidad convencional en Córdoba

La evolución de los guarismo desde 2019 a 2023 (último informe publicado) pone de manifiesto ese aumento de la delincuencia 'cotidiana'. Es cierto que en la cuantía del total de infracciones penales era, al cierre del pasado ejercicio, inferior a la computada hace cuatro años (24.165 delitos frente a los 25.211 de 2019); pero también cabe destacar que, desde 2021, casi todas las tipologías delincuenciales (a excepción del tráfico de drogas) se han incrementado en la provincia.

Así, destacan las subidas porcentuales de las agresiones sexuales con penetración, que se han disparado un 116% al pasar de 24 en 2021 a 52 en 2023. Los robos con violencia e intimidación han crecido en ese trienio un 53% en la provincia, mientras que los hurtos han ascendido un 49,8 por ciento.

Por su parte, las sustracciones en inmuebles, establecimientos y otras instalaciones lo han hecho un 44%, con 1.463 delitos registrados, destacando los robos en viviendas, que han aumentado un 39,5 por ciento.

El resto de delitos que están detrás de ese aumento de la criminalidad son, entre otros, las sustracciones de vehículos (+44%); las lesiones y riñas tumultuarias (+32%) o los asesinatos y homicidios en grado de tentativa (si bien el grueso de esta tipología de infracción penal se ha computado en la capital cordobesa).

Un análisis más pormenorizado de los datos en los municipios mayores de 20.000 habitantes apunta a la modalidad de ilícitos que están a la cabeza en la mayoría de estas localidades.

Llama la atención por encima de todos el ingente aumento de los delitos sexuales, así como los hurtos en la mayoría de pueblos y las sustracciones en viviendas. Por tipologías, la situación en cada uno de estos territorios es la siguiente:

El Ministerio del Interior agrupa en sus informes estadísticos estos dos delitos en un único apartado. Se trata de infracciones que han ido 'in crescendo' en cuatro de las cinco localidades de la provincia con más de 20.000 habitantes. En concreto, en Montilla se contabilizaron más de doble de lesiones y peleas en 2023 que en 2021 (pasaron de 6 a 14); en Puente Genil hubo 16, un 77% más, mientras que en Cabra aumentaron hasta la decena (+42%). El último municipio en el que las riñas y los delitos de lesiones han ido al alza es Lucena, donde se produjeron 23, frente a las 17 de 2021.

Otro de los ilícitos que más preocupa por su aumento imparable es el relacionado con la libertad sexual y, sobre todo, destaca la subida de las agresiones. Interior explica que este incremento, no sólo en Córdoba, sino a nivel nacional, está relacionado «con las activas políticas de concienciación y de reducción de la tolerancia social y personal frente a este tipo de hechos delictivos, que se traducen en una mayor disposición de las víctimas a denunciarlos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, lo que reduce los niveles de infradenuncia existentes en relación con estos tipos penales».

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Por municipios, en Cabra y Puente Genil estas infracciones se han duplicado en los últimos tres años, pasando de 3 a 6, y de 2 a 4, respectivamente; en Lucena, por su parte, se han disparado un 163%, que en términos absolutos se traduce en casi una treintena de delitos en 2023 (29); en la capital se ha pasado de los 137 infracciones contra la libertad e indemnidad sexual de 2021 a 142 el último ejercicio, despuntando las agresiones con penetración, que se desbocaron un 153%, con 33 casos registrados, según los informes de Interior.

Montilla, por su parte, ha visto cómo se han multiplicado por dos estos ilícitos penales (han pasado de dos a cuatro), mientras que en Palma del Río se han contabilizado siete delitos de esta categoría, cuando en 2021 fueron sólo cuatro.

Priego de Córdoba, por su parte, rompe la tendencia del resto de localidad y únicamente contabilizó dos delitos contra la vulneración de la libertad sexual al cierre de 2023 (en 2021 hubo seis).

Entre los delitos que más inquietud y sensación de inseguridad provoca destacan los robos; y, en concreto, los de viviendas. Y llama la atención este capítulo, porque los cacos han intensificado su actividad en la capital y los grandes municipios sin excepción en los últimos años. En algunos casos, los asaltos se han disparado hasta registros preocupantes. Es lo que ha sucedido en Priego de Córdoba, donde se han cuadruplicado las sustracciones en inmuebles desde 2021. Ese año se cerró en esta localidad de la Subbética con 16 infracciones de este tipo: el pasado ejercicio se cerró con la friolera de 67.

Lo mismo ha sucedido en Palma del Río, donde se han pasado de 9 robos en pisos y casas computados a una veintena. En la capital cordobesa, el incremento ha sido del 38 por ciento, al igual que en Lucena, con 320 y 68 delitos este tipo, respectivamente. En Cabra, por su parte, se registraron un 21% más de asaltos en moradas en el trienio analizado (45 en términos absolutos). Los vecinos de Montilla y Puente Genil sufrieron en 2023 un total de 25 y 49 robos en casas, respectivamente (+20 y +16 por ciento).

En las estadísticas de Interior hay otro ilícito que resalta por haberse incrementado también en todos los municipios cordobeses analizados, salvo en uno de ellos. Se trata del hurto, la apropiación indebida al descuido, que ha crecido de manera significativa en los últimos tres años.

El municipio donde más ha aumentado ha sido en la capital: el pasado 2023 se zanjó con la friolera de 4.472 hurtos, un 56 por ciento más que en 2021, cuando ascendieron a 2.866.

La lista sigue con Montilla, con 84 (+55,5%); Lucena, 380 (+52,7%); Priego de Córdoba, donde se detectaron 85 delitos de hurto (+21,4%); Puente Genil y Cabra, con 224 (+19%) y 122 (+11,9%), respectivamente. Los hurtos sólo bajaron en Palma del Río, de 160 a 153 (-4,3%).