COSAS DEL ARENAL
Los 'currantes' que sirven la diversión en la Feria de Córdoba: «Lo básico es buena cara ante cualquier situación»
Multitud de equipos de camareros y cocineros atienden al abundante público que acude al recinto ferial, y que viven la fiesta con una mezcla de presión y de hermandad en días especiales
Actos vandálicos en la Feria: destrozan los aseos de la caseta La Castañuela
Alfredo Martín-Górriz
Córdoba
Si en el mundo de la hostelería pudiera considerarse una parcela determinada como zona de guerra, y a sus trabajadores corresponsales en plena batalla, esa área sería el mundo de las fiestas. Entre ellas sobresale la Feria de Córdoba, una de las ... más grandes y populosas, capaz de superar con creces el millón de visitas. Cada caseta se convierte entonces en un bar o restaurante con constante concurrencia, donde cada hora es hora punta, y las horas puntas se quedan ya sin calificativos.
Olivetti, la letra y la música de las versiones sin fin de la Feria
Alfredo Martín-GorrizLos miembros de este pujante grupo de canciones de ayer y de hoy llegan a cogerse vacaciones para poder tocar en un mes de mayo en el que van a actuación por día y en el que cada vez son más demandados
Muchas personas aprovechan ese periodo para dedicarse a esta particular atención al público, haciendo un pequeño parón en su trabajo cotidiano o a sus estudios. Grandes equipos de camareros y cocineros desembarcan en El Arenal durante un paréntesis de nueve días en el que la ciudad parece trasladarse a este ruidoso y festivo recinto. La labor incesante en las barras y mesas curte al novato y convierte en maestro al más experto. Es la hora de la bulla en su máxima expresión.
Un ejemplo de equipo joven se encuentra en la caseta tradicional Al Alimón, que se ha estrenado con gran éxito en esta edición de la Feria de Córdoba, obteniendo un premio precisamente de la Asociación de Casetas Tradicionales (ATC) por su ambiente y decoración. En ella trabaja en diversas labores un grupo de socios voluntarios que se ocupan de todo durante el periodo de fiesta, en un lugar que cuenta con dos espacios, una zona de comedor y otra exterior, con la barra dando a ambos lados. Su oferta culinaria es equiparable a la de un restaurante convencional por la variedad de referencias.
Una de las coordinadoras del equipo es Laura Gómez, que ya tenía experiencias anteriores en la Feria de Córdoba con otra caseta, pero que se dedica normalmente a algo completamente diferente: el comercio exterior. «Este proyecto que se ha montado aquí es muy bonito y tiene un perfil de público muy bueno, lo que hace más fácil el trabajo», declara. ¿Qué se aprende al atender a tantísima gente con innumerables solicitudes a la vez? «Yo creo que se puede extrapolar a otra situaciones, ya que un problema aquí con una nevera o una comanda te enseña a gestionar situaciones de estrés en otros aspectos de la vida», señala.
Cuestiones distintas
Por su parte, Elena Fernández ya contaba con experiencia en otras ferias, como la de Peñarroya, pero esta es la primera vez que trabaja en la de Córdoba. En estos momentos está terminando sus estudios de magisterio y, en breve, se unirá a los esforzados opositores que lucharán por obtener una plaza en el mundo de la docencia. «Lo básico en esta labor es mantener la compostura, una actitud correcta y una buena cara ante cualquier situación, así como la tranquilidad y una sonrisa aunque tengas que corretear de aquí para allá», indica. Ambas coinciden en que lo más duro de la Feria de Córdoba, al menos este año, está siendo el calor, capaz de sobreponerse al aire acondicionado del lugar, y una duración de nueve días «que al final hace un poquito de mella», afirma Laura Gómez.
'Día del Caballo' en la Feria: un paseo desde los Jardines de la Victoria
ABC CórdobaA las 17.00 horas está prevista la celebración del tradicional Concurso de caballistas y enganches, organizado por el Club de Enganche y Doma de Campo
Otros camareros del equipo de socios son Cristina García y Alejandro Baena. Los dos contaban con experiencia anterior en la Feria de Córdoba, y en concreto en la caseta de El Bocao. Cristina se dedica también a una cuestión completamente distinta, pues es profesora en una escuela infantil, aunque también lo combina con ocasionales trabajos en la hostelería.
«Los momentos de bulla y presión me gustan», reconoce entre risas. Alejandro, sin embargo, es uno de los trabajadores habituales de uno de los lugares de copas más conocidos de la ciudad, el Long Rock, por lo que la hostelería es su ocupación habitual. «Lo principal es el trabajo en equipo y el compañerismo, todo sale para adelante si existen por mucha bulla que venga», señala Cristina. «La mezcla de presión en algunos momentos y equipo que te acompaña hacen una hermandad, lo que te lleva a repetir otros años», concluye Alejandro.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete