La Feria de Córdoba vista por jinetes y amazonas: «Igual que vienes con los amigos, el caballo es un amigo más»

Le gusta montar y en el jueves de la Feria de Córdoba acude al Arenal sobre Aquiles y con su pareja. A los cinco años es un chaval, un adolescente de 16 años, y por eso quizá sea algo inquieto, pero su jinete está feliz de montar sobre él. «Me gusta salir en familia y con los caballos. Y no es sólo a la Feria, es el día a día, y tienes un vínculo con él», relata Juan José.

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ABC Córdoba

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Todos los días pasan muchos caballos por el circuito que se crea entre la calle Guadalquivir, en paralelo al río, y la de Enmedio, pero el jueves es un día con intensidad por el paseo que se ha hecho desde la Victoria hasta el Arenal.

En la Feria se fomenta su cuidado con muchos puntos en que pueden beber agua, una zona de sombra y control veterinario, que está al comienzo de la calle Guadalquivir. El veterinario Fernando Vega explica que su trabajo empieza por el control de la identidad del animal, que está en el microchip, con su documento y pasaporte.

Además, en la Feria de Córdoba el Ayuntamiento dicta un bando por el que es obligatorio un seguro de responsabilidad civil que cubra 150.000 euros para caballos de montura y 300.000 para los de enganche. Todo eso lo acreditan los dueños con los teléfonos o documentos.

Los veterinarios tienen que ocuparse también de que los animales lleguen en buenas condiciones, y los que pasan por la Feria de Córdoba suelen estarlo. El intenso calor de este año ha obligado a poner muchos lugares para el acceso al agua, y los veterinarios tienen una UVI móvil lista para actuar si hay golpes de calor o accidentes.

Los animales no tienen una relación con el calor distinta a la de los seres humanos: les hace sudar, se deshidratan y por lo tanto los dueños tienen que procurar que beban de forma continua. «Un caballo puede beber 40 ó 50 litros de agua al día, perfectamente», afirma el veterinario.

El veterinario lleva muchos años prestando servicio en la Feria de Córdoba y ha visto «pocos percances, gracias a Dios; sólo alguna cosita leve». También hace una pequeña inspección visual para ver el estado del animal: si presenta un golpe de calor, si está deshidratado o tiene alguna cojera o dolor.

En ese caso, se insta a que dejen el recinto y busquen tratamiento veterinario. El paseo de caballos tiene acceso desde las 13.00 hasta las 20.00 y por allí pasan, sobre todo el jueves, muchos animales. Sólo hasta las cinco de la tarde, unos 100 jinetes y entre 70 y 80 coches de caballos.