celebración
El día en que los cementerios de Córdoba vuelven a llamarse camposantos
Miles de personas recuerdan a sus familiares en una jornada de sol y clima templado
Cartas de amor en el mármol eterno de los cementerios
Guía con todos los detalles para visitar los cementerios de Córdoba
Córdoba
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Iniciar sesiónAhora se llaman cementerios, pero los lugares que se visten de colores y cariño cotidiano en los últimos días de octubre y primeros de noviembre se llamaron siempre camposantos.
Estaban bendecidos y consagrados por agua bendita y en ellos reposaban los bautizados ... y los que no habían manifestado oposición a enterrarse como católicos. La palabra santero, para designar a quien trabajaba allí, se prefirió siempre a la de enterrador en muchos lugares.
Por sus calles como de pueblo andaluz quienes pisan lo hacen pensando menos en una ciudad que en un lugar sagrado. Los patios más antiguos del cementerio de San Rafael tienen zonas de tierra de tumbas que se tragó el tiempo, pero el que pisa lo hace con respeto porque sabe que debajo de ellas hay huesos y ataúdes.
Se perdió el nombre, pero no el respeto que se debe a quienes allí están desde hace bastantes décadas, y lo saben quienes visitan los cementerios en estos días.
Se alzan las cruces encima de los panteones, los ángeles lloran por los que se marcharon y no hay rincones que no recuerden que el sitio donde reposan los que antes respiraron, sintieron y caminaron lo tiene todo de sagrado.
Al mediodía de la jornada festiva, el sol baña el mármol de las tumbas y de los nichos y hace brillar los colores de las flores. Hay gente que ofrece escaleras y llevarlas hasta donde sea necesario para los que deben subir hasta los lugares más altos a dejar flores, pero no es un día de mercado.
La arquitectura encalada de los pueblos andaluces se salpica por Crucificados y por imágenes, y las chaquetas abiertas, que de alguna forma habrá que combatir el calor que no termina e irse aunque, dicen que el sitio es lo bastante serio como para que alzar la voz o comportarse de cierta forma esté fuera de lugar.
«Dios nos ha creado para la eternidad, y no para cuatro días. Nuestra patria es el cielo, no la sepultura»
Demetrio Fernández
Obispo de Córdoba
A las doce ha comenzado la misa que cada año preside el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en el cementerio de San Rafael. Ha hablado de la vida, más que de la muerte: «Dios nos ha creado para la eternidad, y no para cuatro días. El cielo es nuestra patria, no la sepultura», ha proclamado.
En el día de Todos los Santos, Demetrio Fernández ha recordado que se celebra a los venerados como tales por la Iglesia, pero también a los que están en presencia de Dios por haber pasado haciendo el bien y haberse ganado la salvación. «Seguro que muchos de los que están en este cementerio están entre esos santos que ven a Dios a plena luz», afirmó.
Para los que están llamados a llegar, pero esperan, es el día 2, el de los Fieles Difuntos, y ahí el obispo ha apelado a la oración, «con su valor inmenso» ante Dios. Ha recordado además la reciente muerte de su única hermana hace pocos días.
«Los cristianos creemos en otra vida. No hemos venido aquí para cuatro días, sino para estar al lado de Dios y ser felices eternamente», ha afirmado el obispo, que ha insistido en las Bienaventuranzas, que se han leído en el Evangelio de San Mateo, como un resumen de los valores cristianos que se confrontan a los más egoístas del mundo.
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