agua
Los cambios en la tarifa del agua abren la incógnita de su impacto real en las familias
Saltar de bloque supone incrementar el gasto variable en un diez por ciento, el doble de lo previsto
Emacsa subirá precios, elevará los tramos de consumo e incrementará las bonificaciones del agua de Córdoba
Depósitos principales de Emacsa en Córdoba
Los cambios de la tarifa del agua, tanto en abastecimiento como en depuración, son tantos y tan variados que, como ha reconocido el presidente de Emacsa, Jesús Coca, hacer comparaciones es harto peligroso. La tesis municipal es que el impacto será de un ... euro por vivienda. Y probablemente es lo que ocurra en muchos hogares como media aritmética que es.
El problema estriba en que las modificaciones que se han efectuado son de tal calado que habrá que esperar a la aplicación práctica de la medida, a partir del verano de 2024, para saber si pasará desapercibida o si, como en el chiste popular de los años ochenta, se volverá al fino municipal. ¿Cuánto subirá el agua? La respuesta más honesta es depende. Y depende del consumo, del tipo de contador o de la calle donde se vive.
La tarifa de agua tiene dos grandes bloques (abastecimiento y suministro) y, dentro de estos, dos conceptos: tarifa fija y variable (que se multiplican por el número de pisos de cada bloque cuando el contador es común).
Empezando por el abastecimiento, el 30 por ciento de la factura es la parte fija que dependía del calibre de la acometida expresada en milímetros. Ahora depende de los metros cúbicos por hora que se reciben en una vivienda determinada. A mayor entrada de agua en la finca, más caro se cobra. El calibre mínimo son 8,74 euros y el máximo reconocido cuesta 4.800 euros por bimestre para el orden fiscal 1 del callejero fiscal.
Las calles de la ciudad se dividen en siete tipos en función de la renta de sus habitantes en lo que se conoce como callejero fiscal, que es un mapa de la riqueza de los vecinos. La nueva ordenanza mantiene los descuentos del callejero fiscal entre un 2,5 por ciento para el orden fiscal 2 y un 15% para el siete, que es el que se corresponde con las calles cuyos vecinos tienen menos renta.
Segunda parte de la factura: el consumo variable. Aquí es donde entran en funcionamiento más opciones. Antes, había tres grupos de consumo de precio creciente y ahora hay cuatro. Si el consumidor se mantiene en su bloque, el crecimiento del consumo variable será de un 5 por ciento clavado.
Cambio
Emacsa ha decidido unificar la parte fija de lo que cobra por sus servicios independientemente del orden fiscal de la calle
Según Emacsa, la mitad de sus contratos están en el grupo 1 que llega hasta los 18 metros cúbicos y cuentan con que la gran mayoría se quede ahí. El problema es que hay muchas familias que van a superar la cifra de 14 metros cúbicos por vivienda cada dos meses en los que se ha puesto el nuevo límite.
Las cuentas (sin impuestos,, ni bonificaciones) para un consumo de 17 metros cúbicos —normal en una familia de tres a cuatro miembros— dicen que el consumo variable se paga hoy a 0,7930 euros con un resultado de 13,481 euros. Con la futura tarifa, los 14 primeros metros cúbicos saldrían a 0,8327 (11,6578) y los tres restantes, que pasan al bloque 2, costarían 3,2475 euros. El resultado es 14,90 euros. El incremento real de la parte variable de la factura es del diez por ciento.
Los números de quien pasa del bloque dos al bloque tres (que superan los 30 metros cúbicos) o del tres al cuatro (que pasan de sesenta metros cúbicos) son similares en la parte de consumo variable. Rondan también ese diez por ciento, aproximadamente. Sí hay que advertir que para gastar 60 metros cúbicos o más en un bimestre por vivienda hay que hacer uso de mucha agua. Una piscina de seis metros de largo, tres de ancho y una media de metro y medio de profundidad contiene unos 27 metros cúbicos. El tramo más amplio no se corresponde con el consumo de una vivienda normal sino que tiene que ver con otros factores.
En la parte del saneamiento de agua ocurre un comportamiento similar. Se ha unificado la parte fija a un mínimo de 3,52 y un máximo de 1.952 euros según los metros cuadrados hora del caudal. Con la tarifa en vigor, se va bajando de precio en función del orden fiscal de la calle y eso ha desaparecido en la nueva norma. La parte variable del saneamiento depende de los mismos bloques en los que se basa el consumo. Una familia que tenga que depurar 17 metros cúbicos, abona en estos momentos (sin impuestos ni descuentos de callejero fiscal) 5,91 euros (a un precio unitario de 0,3481 euros por metro cúbico). Al saltar de bloque, pagaría 6,533 con un crecimiento del 10 por ciento. Si depura 14 metros cúbicos o menos, sube el 5%.
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