Emacsa toma ya medidas sobre el consumo de agua en Córdoba mientras crecen en la provincia

El presidente de la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa), Jesús Coca, insistió este lunes, tras la declaración del estado de alerta por sequía en la capital cordobesa, que el agua para el consumo humano está «absolutamente garantizada» para los próximos dos años, a la vez que descartó «ningún tipo de corte» en el suministro de agua durante este verano.

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Coca expresó que, «por desgracia», esta situación de alerta por sequía «no es novedosa en los últimos tiempos» y se declara «de forma automática» cuando bajan «unos umbrales de capacidad, en este caso en el embalse de Guadalmellato», que es «del que recibimos el agua bruta, sin tratar, para ser tratada» luego en la estación de Villa Azul.

La situación de alerta llega cuando durante dos meses consecutivos las reservas del embalse bajan de 53 hectómetros cúbicos. Ahora mismo está al 49% de su capacidad.

Aún así, Emacsa ha conseguido en los últimos años que la pérdida de agua sea «prácticamente técnica», pues «la merma está entorno al seis por ciento, y la empresa apenas alcanza el diez por ciento», mientras que la media de las empresas de agua en España «está en torno al 25 por ciento de pérdidas», y todo ello es «gracias a la inversión en infraestructuras y que el 96 por ciento de las redes están renovadas», señaló Coca en su comparecencia.

«No habrá cortes de suministro y podemos decir que el agua está absolutamente garantizada para el consumo humano porque no sólo tenemos el embalse del Guadalmellato, sino que además también tenemos el embalse de San Rafael de Navallana», afirmó el nuevo presidente de la empresa de aguas.

Las reservas de este pantano se usan para evitar la caída de reservas del embalse principal y que, como consecuencia, puede provocar un cambio en el sabor del agua que consumen los cordobeses por su distinta salinidad y nivel de cloro, pero «no de peor calidad».

Pero con un escenario algo más halagüeño que el que está viviendo el resto de la provincia, Emacsa va a establecer «medidas preventivas», dijo su presidente, siendo la primera de ellas vigilar el índice de estado del embalse nuestro de referencia, de forma que se monitorizará diariamente el estado para saber cuál es la situación al momento.

Además, el objetivo que se establece en el Plan de Emergencia de Sequía de la sociedad municipal es llegar al ahorro del cinco por ciento de agua durante este estado de alerta por la sequía, para lo que «vamos a activar planes de ahorro de grandes consumidores urbanos», estando entre las medidas reducir el consumo de las fuentes ornamentales y el baldeo y riego, explicó el concejal del PP.

«Otra cosa importante es la activación de campañas de concienciación del ahorro del agua», comentó Jesús Coca, quien subrayó la «tremenda utilidad» de las mismas porque hay «pequeños detalles que hacen que se consuma bastante menos agua».

Por su parte, la presidenta de Sadeco, Isabel Albás, que acompañó este lunes al responsable de Emacsa, recalcó que la empresa municipal no utiliza agua potable para realizar las labores de baldeo en las calles cordobesas, unos trabajos que a partir de ahora se realizarán de forma mecánica en toda la ciudad, excepto en algunos puntos del Centro.

El baldeo manual continuará llevándose a cabo en la avenida de América, Alfaros, Capitulares, San Fernando, Puerta del Puente, en el interior de la Judería y la Puerta Gallegos, mientras que en el resto de Córdoba se realizarán de modo mecánico.

La presidenta de Sadeco, que enfatizó que estas labores se realizan para mantener las «calles limpias» y con la «salubridad necesaria», detalló que desde que se redujo en 2022 la frecuencia de los baldeos, se ha ahorrado cerca de un 80 por ciento de agua.

En 2018 se usaban «un millón de litros de agua» a la semana para baldeo, mientras que con la nueva medida ese gasto estará en torno a los 140.000 litros semanales, especificó la edil popular.

Mientras la capital empieza a tomar ciertas restricciones, en la provincia empiezan a avivarse. La compleja situación que vive Lucena, como su propio equipo de gobierno trasladó la pasada semana, con cortes nocturnos de 00.00 horas a 6.00 horas y recortes en los usos públicos y domésticos relacionados con piscinas, lavado de coches o fachadas, empieza a tener réplica en otros grandes municipios.

También ha sido el caso de Montilla, donde su Ayuntamiento ya ha puesto sobre la mesa estos mismos cortes nocturnos para bajar un 10 por ciento el consumo y ganar reservas. Baldeos, fuentes, parques y jardines, el uso de agua en piscinas, coches, etcétera vuelve a repetirse como un patrón de ahorro.

Y este lunes desde Priego de Córdoba se empezaron a activar esas mismas medidas sobre fuentes ornamentales y el riego además de una campaña de sensibilización que empieza a extenderse por todas estas localidades. Una cuestión ésta que también se ha puesto en marcha desde el Ayuntamiento de Puente Genil.

Dentro de este horizonte gris, la crítica situación que vivió el Norte de Córdoba la pasada semana va tornando en cierta normalidad. Los cortes nocturnos remitieron, el agua está ya en los grifos de esos casi 80.000 cordobeses una vez reparada la avería del bombeo desde la Colada a Sierra Boyera.

Ahora se trabaja en una línea eléctrica provisional que refuerce la potencia eléctrica con la que trabajan la inyección de las bombas que extraen el agua del embalse situado en El Viso. Una cuestión ésta que aún puede tardar unos meses. Y la espita que sigue abierta es la potabilización de esa misma agua, casi tres meses ya vedada para las gargantas de estas más de 24 poblaciones del Guadiato y los Pedroches.