REPORTAJE
El Balcón del Guadalquivir de Córdoba llega a la edad adulta con la fragilidad de un bebé
Inaugurado en 2004 tras una inversión municipal de 12,5 millones, su deterioro se acelera con la obra del tanque de tormentas a la vista
El Ayuntamiento cambiará de empresa para explotar zonas del Balcón del Guadalquivir de Córdoba
Córdoba
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Iniciar sesiónCuando el Balcón del Guadalquivir se inauguró, hace 18 años, Córdoba era una ciudad diferente. En 2004 faltaba aún para que llegara la crisis financiera por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y había mimbres, o lo parecía, para ... que la capital quisiera competir con las grandes urbes de España para hacerse un ramillete de obras públicas y de edificios singulares que la pusieran en el mapa del siglo XXI recién estrenado. Megalomanía, le llaman.
Las plusvalías del Plan Renfe le dieron oxígeno al Ayuntamiento para, una vez cerrada la herida de las vías férreas, prestarle atención al en torno del Guadalquivir: el ambicioso Plan del Río incluía la urbanización de Miraflores, la construcción del Palacio del Sur (cuyo solar ahí sigue criando jaramagos), el Centro de Creación Contemporánea (C3A) que sí que es una realidad... y el Balcón del Guadalquivir, cuya conservación va a cambiar de manos.
El estado del Balcón del Guadalquivir de Córdoba, en imágenes
Valerio MerinoEl Balcón del Guadalquivir padece notables desperfectos a las dos décadas de su inauguración
El proyecto articulado en unos 100.000 metros cuadrados lleva la firma del prestigioso arquitecto Juan Navarro Baldeweg, y le costó al Consistorio -a través de su ya extinta sociedad Procordoba- 12,5 millones de euros, a los que se sumaron 1,5 que aportó la Junta.
En mayo de 2004, y tras dos años de trabajo, los ciudadanos pudieron pasear por fin en las nuevas zonas ajardinadas y entre los estanques junto al Gualdaquivir que venían a completar la idea integradora de las actuaciones junto al río: el fin no sólo era urbanístico, porque el relato oficial de entonces insistía en que la transformación del enclave en cuestión acercaba la zona Sur de la ciudad -y la también la menesterosa Fuensanta- al centro neurálgico de la capital.
Pero los problemas no tardaron en llegar: apenas una semana después de la apertura del Balcón, la empresa municipal de saneamientos (Sadeco) se vio obligada a realizar una intervención de urgencia para borrar las pintadas de los grafiteros en los estanques, en los bancos y en los pretiles del paseo.
La factura de la limpieza se unió a la que la citada compañía del Ayuntamiento ya tenía pendiente para el mismo fin en el Parque de Miraflores, y ascendió a 50.000 euros. El destrozo en ambos emplazamientos afectaba también a las luminarias y al mobiliario urbano.
Si el vandalismo no ha dado muchos más disgustos de alcance en el enclave a la autoridad municipal, sí es que apreciable en la actualidad un deterioro evidente del entorno del Balcón: un paseo por la zona deja a la vista estanques sin agua y con suciedad, bancos con pintadas y desperfectos en la zona ajardinada.
La historia de la creación arquitectónica de Navarro Baldeweg encuentra su siguiente hito a los cinco años de su inauguración, cuando el Consistorio decidió colocar allí un avión en desuso para promocionar la candidatura a la Capitalidad Cultural de 2016, que acabó pasando de largo.
En 2011 el Ayuntamiento de Córdoba pagó 90.000 euros para acondicionar y trasladar la aeronave -donada por un particular para su empleo como espacio expositivo- desde el aeropuerto hasta Miraflores. Lo escoltó una espectacular comitiva formada, por un lado, por un dispositivo de seguridad compuesto por 40 policías locales, 12 miembros de Protección Civil y dos guardias civiles, pero también por el club de coches clásicos, los moteros de Mas Gas y varios parapentistas.
A los pocos meses, el Consistorio le concedió a la empresa Balcón de Guadalquivir SL la concesión de la conservación de avión (así como la dotación de contenido lúdico), de su entorno ajardinado, así como la explotación del local de restauración del lugar. El contrato, que ahora el Ayuntamiento va a conceder a otra firma por considerar que la original no ha cumplido con sus obligaciones, incluía un canon anual de 12.501 euros.
La tesis de la autoridad municipal, en lo que se apoya para buscar otro explotador y conservador de la zona ajardinada, es que el responsable en la última década sólo se ha dedicado a gestionar el bar (El Mirador del Río), y no ha dotado de contenido al avión, y que además un quiosco anexo sigue sin uso.
Una aeronave sin uso y destino
El viejo avión que lleva desde el año 2011 integrado en el perfil del Parque de Miraflores de Córdoba ha estado en la cuerda floja desde hace años. En 2019 por ejemplo, el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Salvador Fuentes, llegó a considerar que el avión cultural no estáaba en el lugar ni en el estado idóneo y que lo más sensato era despiezarlo y retirarlo.
Los diferentes gobiernos municipales han expuesto ideas para darle uso al avión pero ninguna de ellas ha tenido recorrido. En 2018, la Policía tuvo incluso que desalojar de su interior a un grupo de jóvenes que se habían colado y sellarlos para evitar la entrada. El Consejo del Movimiento Ciudadano ha llegado a exigir al Ayuntamiento que lo retire si no es capaz de darle un uso.
A expensas de que el Consistorio encuentre a otra firma para conservar el Balcón del Guadalquivir, en horizonte inmediato hay otro hecho que zarandeará de nuevo al espacio. Porque el consejo de administración de Emacsa, la empresa municipal de abastecimiento de agua de Córdoba, aprobó el pasado mayo por unanimidad la apertura de expediente para la contratación de la obra de construcción de un tanque de tormentas anti descarga de sistemas unitarios de la red de alcantarillado.
Esta infraestructura se encontrará bajo el Balcón del Guadalquivir. Con esta infraestructura, de casi 20 millones de euros, cuyo plazo de ejecución de la obra se estima en 24 meses, se solucionará el problema de inundaciones que se dan en la zona sureste y parte del Casco cuando se producen fuertes precipitaciones. El envés de la actuación es que pondrá la zona patas arriba.
El tanque de tormentas, dividido en tres vasos , tendrá una capacidad útil de almacenamiento de 23.170 metros cúbicos de aguas diluidas y unas dimensiones de 4.386 metros cuadrados.
Para mantener el valor arquitectónico del emplazamiento actual, se mantendrá y respetará la urbanización, incluyendo además la reconstrucción , arreglo e impermeabilización de las piscinas existentes actualmente.
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