La Asociación San Rafael de Alzheimer impulsa más plazas en su centro de día y residencia para sortear la crisis

«Crecer para sobrevivir» es el 'leitmotive' con el que se despidió ayer el presidente de esta Asociación de Alzheimer en Córdoba Rafael Luque que llegó en 2018 después de capear una pandemia y la última crisis energética que han puesto a este emblema sociosanitario andaluz de cuidados especializados en jaque de la mano de un administrador concursal.

Luque, que presentó hace unos días su renuncia por un desgaste que ha afectado a su salud, ha explicado a ABC deja la entidad en una situación compleja pero convencido de que pueden «perfectamente salir adelante sin problemas«.

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No es la primera vez que el centro de Alzheimer San Rafael enclavado en el barrio de Vista Alegre sufre el azote de una crisis. Ya en 2021, en pleno Covid la residencia bajó al 87 por ciento de la ocupación, y a un 50 por ciento el centro de día, -que era una importante fuente de ingresos para compensar los gastos de la residencia que siempre van a pérdidas-.

El problema se arrastra y no es otro, ha matizado en una entrevista su hasta ahora presidente, que la «sobredimensión de la plantilla en la residencia«. Una clave que parte del hecho de que en sus inicios fue la única residencia con 23 plazas -la Junta de Andalucía hizo una excepción con la normativa que marca 30 plazas como mínimo pero les obligaba igualmente a mantener una plantilla correspondiente a esas 30 plazas».

De otro lado, de las 70 plazas de estancia diurna, entre ellas 60 concertadas -hay 5 pendientes de adjudicar-, las diez restantes están ocupadas y con una lista de espera de 24 personas. La ocupación de las tres patas de esta Asociación de Alzheimer están en un 98 por ciento, ha explicado Luque.

El problema que hay es el pasivo que mantiene la entidad. Es un dato preocupante en un centro pionero y especializado único en la provincia y en Andalucía donde siempre ha existido lista de espera, ha confirmado Luque.

«Nos estamos ocupando diariamente de 130 personas, más de 60 trabajadores, y unos 200 familiares. El día a día es complicado en una residencia con estos cuidados tan especializados«

La Asociación de Alzheimer de Córdoba celebró ayer una asamblea para elegir nuevo presidente al empresario Alfonso Gallego Solomando -con un familiar en este centro- y que encabeza la nueva junta directiva, «continuista con el proyecto anterior».

En este sentido, el presidente saliente ha explicado que el principal reto para la nueva junta directiva es «acometer un proyecto que nosotros no pudimos hacer en el ejercicio 2022 que era ampliar la residencia una planta más y alcanzar los 30 residentes lo que podría permitir dejar atrás la crisis«.

Sobre la mesa ha quedado atrás el tema de llegar al cese definitivo de la residencia, un extremo que «hemos logrado sortear con esta reestructuración y el Erte porque de lo contrario había que subir unos porcentajes muy altos las cuotas que pues eran, francamente, muy elevados«.

Para Luque, en esta situación «hemos llegado a un punto medio de todo y creeo que podemos atenderlo a través de esa reestructuración», aunque no están previstos despidos, sólo las personas que se han querido acoger al Erte por estar próxima su jubilación«.

Hay tres pilares en esta reestructuración. El primero de ellos es el tema laboral, que se está solucionando a través del Erte; de otro lado el de las tarifas que se están actualizando; y por último la refinanciación del pasivo.

En este sentido el vicepresidente de la entidad, Francico Peña, ha sido muy crítico con la financiación que ha realizado Cajasur, asegurando que pese a tener hipotecados sólo el 10 por ciento del edificio no ayuda a dar liquidez a este centro sociosanitario, algo que no ocurría antes, ya que esta entidad en su anterior etapa sí había apoyado al cien por cien a la Asociación de Alzheimer.

Para esta nueva directiva lo más importante ahora es que «queremos crecer tanto con ese aumento de las plazas en el centro de día donde hay actualmente una lista de espera de 24 personas y con los trámites administrativos a través de la Gerencia de Urbanismo para levantar una planta más en este edificio para la residencia.

En este camino, Luque ha asegurado que lo han apoyado desde el Ayuntamiento de Córdoba o desde la misma Consejería de Inclusión Social, Familia e Igualdad, pero está claro que es difícil sostener los costes según la normativa de la Junta de Andalucía que no concedía acreditación para un centro si las unidades asistenciales eran menor a 30.