La residencia San Rafael de Alzheimer en Córdoba lanza un SOS por falta de recursos económicos

La pandemia ha aumentado la letalidad en los mayores y dejado plazas libres en el resto de residencias públicas, acuciados además por los retrasos que hubo en las valoraciones a los mayores por parte de la Junta de Andalucía durante el Estado de Alarma y las restricciones derivadas del Covid-19.

El presidente de la Asociación de Alzheimer de Córdoba, Rafael Luque , ha lamentado que lo que ocurre es «una epidemia silenciosa, realment e los mayores no acuden ni los centros de salud ni a los centro de día por el miedo al contagio.

La situación actual en la residencia San Rafael es que está al 87 por ciento de ocupación, «en una situación insólita porque siempre hemos tenido una lista de espera enorme, y las personas que llegan ya tienen un gran deterioro y empeoramiento porque han estado en sus casas sin esos cuidados específicos o sin valorar», ha explicado el responsable del centro a ABC.

Para mantener esta residencia pionera en Córdoba en cuanto a los profesionales que la integran desde equipos de valoración a psicólogos, médicos, asistentes sociales, auxiliares gran parte de esos ingresos para hacer frente a los gastos llegaban del centro de día del mismo edificio situado en Ciudad Jardín.

El problema ahora está en que este centro de día se encuentra al 60 por ciento de ocupación sobre las plazas concertadas con la Junta de Andalucía y un 40 por ciento sobre las privadas; a lo que se suma que la Unidad de Memoria que es privada íntegramente se encuentra al 37 por ciento de ocupación. Unos niveles que no permiten que se sufrague con fondos propios porque no se puede reducir el número de profesionales amoldado al número de plazas, recuerda Luque.

El presidente de la Asociación San Rafael ha explicado que se trata de un centro seguro, que se ha mantenido libre de Covid en la residencia durante toda esta pandemia . «Los protocolos de seguridad se cumplen a rajatabla y eso ha permitido que no se hayan producido casos en la residencia», ha manifestado Luque a ABC.

«La Administración debe apoyar este proyecto porque es imposible mantener por mucho tiempo los servicios con el mismo personal sin que se cubran las plazas concertadas o se sufraguen esos costes por la propia Junta de Andalucía», ha solicitado Luque, quien matiza que la colaboración con la Administración pública andaluza es continua desde el inicio de la pandemia y la comunicación constante.

El centro de día San Rafael, «con un coste por persona de unos 800 euros , si se extrapola con las 20 plazas que tienen son unos 16.000 mensuales euros con los que tienen que mantener el empleo y los mismos términos que tenemos ahora mismo instaurados», añade el responsable de la residencia y centro de día.

«El pago de nóminas y servicios nos está ahogando por lo que pedimos a modo de reclamo a la Administración y a empresas e instituciones que nos ayuden. Lanzamos un SOS a todos porque es una lástima que una asociación de esta envergadura perdiéramos», ha reclamado Luque.

Unos costes que además se han visto intensificados por la adaptación del centro a todas las normas de seguridad, desinfecciones que han precisado, que han conllevado más puestos de trabajo en el servicio de limpieza. «Nos vemos en una situación lamentable en la residencia porque hasta ahora con el centro de día que permite que estos mayores con Alzheimer o demencias estén en contacto de familiares hemos salido adelante. Hay que confiar en los centros de día ahora que ya todos los residentes están vacunados», ha insistido el presidente de San Rafael.

Precisamente, la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación ha anunciado a ABC que va a iniciar una campaña de captación de mayores para que acudan a los centros de día andaluces porque aseguran son «vitales para evitar el deterioro de estos mayores y puedan además recibir todos los cuidados médicos y asistenciales para prevenir este empeoramiento de su estado si se mantienen encerrados en casa».

El presidente de la residencia San Rafael ha afirmado que «las demencias han aflorado durante todo este tiempo de pandemia pero no están diagnosticadas, a esto se une que con la pandemia nuestros mayores han perdido la capacidad sensorial, mental, y el aislamiento sufrido ha destruido la salud y se ha frenado en seco su prevención».

La residencia San Rafael, cuenta su presidente, ha atendido desde el minuto uno de la declaración del Estado de Al arma las numerosas instrucciones dadas por las administraciones central y autonómica, desde las constantes publicaciones y órdenes en el BOJA, la normativa nueva así como hacer un seguimiento diario de la situación durante esta pandemia que ha supuesto un sobreesfuerzo para toda la plantilla de trabajadores y responsables del centro.

Luque incluso ha puesto al servicio de la Junta de Andalucía el servicio de valoración con el que cuenta el propio centro para que puedan agilizar si la Administración así lo pidiera esas valoraciones de los mayores porque asegura «el equipo profesional de psicólogos, médicos, trabajadores sociales, especialistas está perfectamente preparado para realizar esas valoraciones que sufrieron un parón por las restricciones durante la pandemia en la que no se podía acceder a los domicilios de estos mayores.

Luque recuerda que es fundamental que estas personas con demencias o Alzheimer acudan a estos centros o a la unidad de la memoria para el desarrollo de la autonomía personal como marca la ley de 2007, por lo que actualmente «rechina la situación porque no se está ejecutando como tal la humanización de atención a los mayores, debería haber un control más estricto que el actualmente, y el pago de las plazas no ocupadas», ha añadido este responsable del centro.

A juicio de Luque, al firmar el concierto con la Administración Pública, «cuentas con un personal y unos medios y en este tipo de situaciones 50 plazas concertadas con la administración y 20 privadas, si no se cubre un mínimo no se puede continuar con la prestación del servicio por mucho más tiempo».

Rafael Luque ha insistido que la Junta tienen la dotación económica para hacer posible que este proyecto tan necesario siga adelante, y ha recordado la cantidad de ayudas a los autónomos y empresas que sin embargo no llega a la asistencia a los mayores.

La Asociación de Alzheimer San Rafael ha cumplido ya 25 años y es ahora cuando se ve obligada a poner en marcha un plan de viabilidad , cuando han pasado varios gerentes por este centro que no han podido sobrellevar bien la presión con una plantilla de 60 a 70 trabajadores y un presupuesto de 1,5 millones de euros.

Ya el pasado mes de octubre la residencia puso en marcha un plan de viabilidad hasta enero, basado en un Erte en cuanto a la reducción de horas de técnicos, pero no en atención primaria, con recortes salariales, subida a socios que conllevaba ya la renovación de préstamos hipotecarios.

La situación actualmente es de valorar por sectores (residencia, centro de día, unidad de memoria o tintorería) el estudio de sus costes, repasando mensualmente esta situación que puede llegar a costar el puesto a los trabajadores, reconoce Luque que hasta hace un mes ha sido el presidente de la federación provincial de asociación familiares de Alzheimer .

El Centro San Rafael de Alzheimer es el centro específico de estas enfermedades más grande de la provincia con 23 plazas de residencia, 70 centro de día (50 concertadas) y casi 50 más para la unidad de memoria con la capacidad previa a la pandemia.

De otro lado, otra de las circunstancias que podrían cambiar este panorama es que la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer caminase hacia una fundación. Esta figura jurídica tendría otras posibilidades que de momento no ofrece la asociativa. «No creo en el sistema asociativo debemos caminar hacia una fundación y debe corregir esas desviaciones, y no es normal que una asociación con 60 o 70 trabajadores esté jurídicamente contemplada por esta manera y debemos encaminarnos en una fundación», dice Luque.