El Hospital Reina Sofía de Córdoba diagnostica más de 500 casos nuevos de alzhéimer cada año

Según informa el complejo hospitalario en una nota, los neurólogos de este centro resaltan la importancia de incorporar actuaciones preventivas del deterioro cognitivo en los grupos de población susceptibles de padecer esta enfermedad, aunque aún no manifiesten síntomas o lo hagan de forma muy leve, ya que existen medidas para prevenir la demencia asociadas a la reducción del daño cerebral y al mantenimiento o incremento de la reserva cognitiva a lo largo de la vida modificando ciertos factores de riesgo.

Los tratamientos disponibles para los pacientes con Alzheimer se centran en el uso de terapias farmacológicas (no curativas, pero sí pueden contribuir a paliar síntomas y enlentecer su progresión, especialmente en fases tempranas), no farmacológicas (como las actividades de estimulación que ya se han comentado) y algunos suplementos (como aquellos con alto contenido en Omega-3), fundamentalmente.

En esta línea, Eduardo Agüera, neurólogo e investigador de Imibic, indica que «en las últimas décadas se han producido escasas novedades terapéuticas para las demencias pero sí podemos decir que nos estamos acercando al final de la aprobación del uso de algunas moléculas implicadas en el origen del daño neuronal, fundamentalmente las vías que involucran a las proteínas betaamiloide y taufosforilada».

Por su parte, José Javier Bravo, neurólogo del hospital, destaca que el abordaje del deterioro cognitivo en el complejo sanitario se reparte en consultas de Neurología para los casos más habituales y una consulta monográfica de deterioro cognitivo para las situaciones más atípicas (esta última es de reciente creación).

Además, el sistema de teleconsultas con Atención Primaria permite un mejor manejo de los pacientes (ya que posibilita que el neurólogo tenga acceso telemático a la información y estudios recogidos por Atención Primaria y fomenta un manejo más precoz y dinámico) y los ensayos clínicos impulsados por la unidad de investigación también son otra vía para ofrecer opciones a los enfermos.

Precisamente, explica el doctor Agüera, en estos momentos, más de 50 pacientes procedentes del conjunto de Andalucía participan en ensayos clínicos sobre esta enfermedad, ya que desde el Hospital Reina Sofía e Imibic se coordina la investigación que sobre demencia se lleva a cabo en nuestra comunidad, a través de la alianza NeuroRECA.

Para concienciar sobre la necesidad de llevar a cabo acciones de estimulación cognitiva frente a esta enfermedad, la asociación Alzheimer Córdoba, el Reina Sofía y el Imibic van a desarrollar a lo largo de esta semana diferentes encuentros con la ciudadanía y profesionales para ofrecer consejos sencillos a la población para cuidar y proteger la mente e informar sobre la atención multidisciplinar de las demencias y las líneas de la investigación en activo.

En este sentido, la estimulación cognitiva consiste en actividades dirigidas a potenciar las conexiones neuronales de nuestro cerebro, de igual modo que se potencia la fuerza de un músculo al ejercitarlo. Así, podremos tener un cerebro más fuerte que resista mejor a los envites de un posible deterioro.

El ajedrez, al igual que ocurre con otras actividades como la pintura, lectura, música, baile o la actividad física, constituye un excelente ejemplo de 'gimnasio para la mente', por lo que se destacan hoy los potenciales beneficios de este juego en el correcto funcionamiento del cerebro y el posible enlentecimiento de enfermedades neurodegenerativas.

Según la Organización Mundial de la Salud, el alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa diagnosticada en nuestro país a más de un millón y medio de personas; 55 millones en todo el mundo.

Desde el Instituto Nacional de Estadística indican que las enfermedades del sistema nervioso, incluida la enfermedad de Alzheimer, son la cuarta causa de muerte en España. Por ello, encontrar una cura se ha convertido en una prioridad para los investigadores de todo el mundo ya que se estima que de entre 20 y 30 años el número de personas que la sufran puede llegar a duplicarse.

El perfil de la persona que sufre esta demencia se sitúa en una media de 78,6 años. La enfermedad de Alzheimer provoca un fuerte impacto el entorno familiar y social de los pacientes. El aumento de la longevidad y la ausencia de terapias dirigidas a fortalecer nuestras redes neuronales nos hacen vulnerables frente a esta enfermedad, inclusive a edades tempranas, debido a los cambios de patrones y estilos de vida.