El Ángel Ximénez Puente Genil sudará por la permanencia tras caer ante Villa de Aranda (28-25)

El encuentro comenzó con máxima igualdad (1-1, min. 5), y pronto quedó claro que ningún equipo lo iba a tener fácil. La escuadra cordobesa llegaba avisada del empuje del pabellón arandino, y supo aguantar el tipo ante un ambiente encendido. Pese a ello, no logró despegarse nunca en el electrónico. El Villa de Aranda, con una buena pegada, logró tomar una pequeña renta (4-3, min. 10), que el Ángel Ximénez Puente Genil neutralizó de inmediato (4-5), aunque sin conseguir ampliarla.

La respuesta del conjunto local fue inmediata. Una contra culminada por Tamayo devolvió la ventaja a los arandinos (6-5), en un primer tiempo que fue un vaivén constante. Con la primera diferencia de dos tantos (8-6, min. 18), el Villa de Aranda parecía encontrar cierta estabilidad, pero Ángel Ximénez Puente Genil reaccionó con un parcial de 0-2, liderado por Paco Bernabéu, para poner el empate a diez (min. 21).

La igualdad fue máxima hasta el descanso, al que se llegó con un apretado 13-12 favorable a los locales tras una última acción efectiva. En la segunda parte, el partido mantuvo la misma tónica. Álvaro de Hita sostuvo bajo palos al cuadro visitante, que resistía pese a la creciente presión. La descalificación de David López (min. 40) marcó un punto de inflexión que favoreció al Villa de Aranda, que consiguió mantenerse por delante (17-15).

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Aunque Paco Bernabéu volvió a acercar a los suyos (18-17), el encuentro parecía condenado a resolverse en el último suspiro. Y así fue: intensidad, nervios, errores y aciertos se combinaron en un final de infarto que dejaba con cierta ventaja al Villa de Aranda, impulsado por una afición que volvió a ser determinante, consciente de lo que se jugaba su equipo.

Así, el partido se fue consumiendo entre intercambios frenéticos, sin que Puente Genil lograra igualar. A cinco minutos del final, el marcador reflejaba un ajustado 25-24. Los de Aranda supieron entonces gestionar la ventaja, animados por una grada que no dejó de empujar hasta el último segundo. Ni la intensidad quiso dejar la pista con la segunda expulsión de un jugador local. Lucas Aizén tuvo en un siete metros la oportunidad del empate, pero se hizo grande el portero para evitarlo.

Pablo Simonet sí pudo poner el tanto del empate a dos minutos del final (25-25, min. 28). Con un tiempo muerto libre para cada entrenador. Pero un despiste defensivo del equipo pontano le costó dos tantos para que Villa de Aranda se colocase dos tantos arriba, y Paco Bustos pidió tiempo muerto. Una buena defensa arandina en el último suspiro dejó sin premio al Ángel Ximénez Puente Genil, que volvió a encajar otra derrota a domicilio (28-25, min. 60).