La Junta de Andalucía fija Palestina y el pueblo saharaui como prioridades de su cooperación internacional

Palestina era ya uno de los diez territorios en los que se centraba la cooperación internacional de la Junta de Andalucía antes del estallido del actual conflicto militar. Así, de acuerdo con el plan de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional en estos momentos hay en marcha ocho proyectos financiados con fondos de la Junta de Andalucía en Gaza y Cisjordania que están ejecutando principalmente ONG que suman más de 2 millones de euros. En 2023, por ejemplo a través de esta vía, se ha llevado a cabo un proyecto de 300.000 euros para la región de Cisjordania que combina acciones destinadas a fortalecer a mujeres en riesgo de exclusión social y víctimas de violencia de género mediante actividades que fomentan la seguridad alimentaria y su inclusión en el mercado laboral.

Menos inversión recibe el otro territorio fijado como prioritario y que también figura de forma estable entre los destinatarios de la cooperación internacional andaluza. En los campamentos de refugiados del Sahara, la Junta Andalucía tiene en marcha en torno a 700.000 euros en un total de tres iniciativas en ejecución en estos momentos a través de distintas ONG.

Pero estos proyectos se ejecutan en varias anualidades y provienen por tanto de ejercicios anteriores. A partir de 2024 (año que parte con un presupuesto de 21 millones de euros), el objetivo es reforzar la presencia en ambos territorios ante la grave situación que atraviesan que se por circunstancias diferentes se ha agravado en los últimos meses.

Así, la convocatoria de subvenciones a ONG para cooperación al desarrollo del año 2024, aprobada en el mes de febrero de 2024 y que se encuentra en fase de resolución de los proyectos, se establece que al menos el 40% de los proyectos de cooperación internacional (en torno a 6,3 millones de euros) deben ejecutarse en Palestina o en los campos de refugiados saharauis, y que el 50% de las actuaciones de emergencia humanitaria (700.000 euros) deben centrarse en estos dos territorios.

A esto hay que añadir otros proyectos que se ejecuten en Palestina o en los campamentos de refugiados saharauis a través de acuerdos con instituciones internacionales o ONG en respuesta que no se lleven a cabo a través de las convocatorias con libre concurrencia que se aprueban anualmente.

Palestina y la población refugiada saharaui se abren paso así en la estrategia de cooperación internacional que mantiene la Junta de Andalucía. Según la memoria de la Agencia de Cooperación en estos momentos hay en marcha 68 millones de euros en proyectos en ejecución en distintos países de América Latina, el África Subsahariana o el Mediterráneo, además de las iniciativas de educación al desarrollo que se ejecutan dentro del territorio autonómico.

En este balance Marruecos se mantiene como el país donde el Ejecutivo autonómico participa en más proyectos que se encuentran en marcha. Concretamente 24 intervenciones que suman 12,7 millones de euros. Le siguen otros dos países africanos que arrastran desde hace décadas graves crisis humanitarias: Mozambique, donde hay una veintena de iniciativas en marcha, y Senegal con 18 proyectos que cuentan con financiación autonómica. Malí, con 3,9 millones de euros, y Mauritania, con 1,5 millones de euros son otros de los países africanos con importantes aportaciones autonómicas.

En cuanto América Latina, la cooperación internacional andaluza mantiene como prioridad la República Dominicana donde hay en ejecución 13 proyectos por un importe de 4,3 millones de euros, seguido de El Salvador, donde se ha realizado una aportación de 3,8 millones de euros, y Honduras con 2,5 millones de euros.

La estrategia de cooperación internacional formaba parte hasta el mes de julio de las competencias de la Consejería de Presidencia, Diálogo Social, Interior y Simplificación Administrativa que dirigía Antonio Sanz, aunque tras la última remodelación han sido asumidas por la Consejería de Inclusión Social, Igualdad, Juventud y Familia. Se trata en cualquier caso de una línea de actuación que viene ratificada en el Estatuto de Autonomía, y que cuenta, según destaca el Gobierno andaluz, con un «amplio respaldo de la población andaluza que es solidaria» y con un modelo de gestión y planificación «basado en el diálogo y en el consenso».