Cádiz, contra viento y marea: así vive el verano del levante

La hostelería y el turismo son dos de los sectores que más «arrasados» se han visto por el vendaval. Los chiringuitos y restaurantes de costa están sufriendo pérdidas de hasta un 30% , aunque, como detalla De María, «en términos generales no ha disminuido la producción» puesto que la mayoría de los visitantes no han abandonado Cádiz, sino que se están desplazando hacia el interior de la provincia. De hecho, los que más se han beneficiado de los peores días de levante han sido los grandes centros comerciales . La oferta en moda, restauración y ocio, el estar resguardado del viento y el aire acondicionado, hace que se conviertan en una de las principales opciones para soportar el mal tiempo.

En cuanto al alojamiento , «rozamos el 100% de ocupación », indica el presidente de la Federación, «si bien se ha se han registrados cancelaciones en la zona de Zahara de los Atunes», según matiza el primer edil barbateño. En este sentido, Miguel Molina ha subrayado «el gran esfuerzo » que hacen los municipios «sin contar apenas con recursos» para adecentar las playas, los paseos marítimos y las zonas aledañas en temporada de levante. Momento que aprovechó para lanzar un órdago a la Junta de Andalucía y Costas , «como las instituciones que deberían apoyar estas tareas con la maquinaria e infraestructuras pertinentes». Sólo así, a su juicio, se podrían resolver las consecuencias de un viento tan inclemente como el que este verano está azotando a Cádiz.

La pesca también está sufriendo las secuelas del levante. El secretario de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar, David Chulián , indicó ayer a este periódico que desde principios de agosto los resultados son « cada vez más negativos » y que la pesca de cerco —una de las más tradicionales y extendidas en la costa andaluza, y dedicada a la sardina, caballa, atún o boquerón— se está viendo «realmente afectada».

Tanto es así, que los 14 barcos de cerco de la Confederación no cumplen con las cuotas de pesca establecidas, «unos 112.000 kilos semanales que, vendidos a unos tres euros el kilo, supondrían casi 1,4 millones de euros al mes ». Según Chulián, «las pérdidas son tan grandes que los patrones se están viendo obligados a despedir a parte de la tripulación por no poder pagar seguros sociales» al llevar tantos días volviendo de faenar con las manos vacías.

Las previsiones meteorológicas tampoco son muy halagüeñas, ya que se espera un repunte de las fuertes rachas de viento para el fin de semana . Aún así, como cada año y a pesar del levante, la costa Cádiz vuelve a revalidar el título de «favorita» para los turistas.