Se trata de otro episodio de la extrema violencia del narcotráfico en la provincia de Cádiz, un nuevo secuestro con torturas tras el que hay un ajuste de cuentas.
Los autores intelectuales, según la Policía Nacional, son el líder del clan de narcotraficantes Los Candela, de Sanlúcar y de sólo 33 años, y dos marroquíes que trabajan para él. Los tres tienen antecedentes por tráfico de hachís.
Un dispositivo de 100 policías nacionales blindó este sábado Sanlúcar para dar con ellos. Los agentes efectuaron además varios registros domiciliarios.
El líder de Los Candela y sus dos lugartenientes se vieron acorralados y se entregaron este domingo en la comisaría de Sanlúcar. Seguidamente fueron puestos a disposición judicial y el juez del número 1 mixto de esta localidad los dejó en libertad con cargos, una decisión que parece no ha sentado nada bien entre quienes lo han dado todo por atraparlos.
Volvió por amor
Pero, ¿qué hay realmente detrás de este secuestro y ajuste de cuentas entre narcos?. Según fuentes cercanas a la investigación consultadas por ABC, la víctima, un marroquí, trabajó para el clan de Los Candela. Hace dos años se quedó con dinero de la organización, una importante suma, y se dio a la fuga.
Se fue a Francia, donde fue detenido luego por blanqueo de capitales y estuvo en prisión. Tras quedar en libertad volvió a Marruecos y hace unas semanas regresó a Sanlúcar porque allí es donde reside su pareja, según las mismas fuentes. Fue el amor lo que le hizo regresar al lugar en el que sabía que le estarían esperando.
Los Candela no se lo pensaron dos veces y decidieron darle una lección. Contrataron a unos sicarios franceses de origen argelino, extremadamente armados y peligrosos según fuentes cercanas a la investigación, y lo secuestraron y torturaron durante horas dejándolo malherido en la calle. Así lanzaron un mensaje nítido: nadie que se quede con nuestro dinero quedará impune.
La Policía Nacional también busca a estos sicarios como autores materiales del secuestro y los daños infringidos a la víctima para arrestarlos y ponerlos a disposición de la autoridad judicial.
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