Las aguas que rodean Gibraltar, un escollo de más de tres siglos
Reino Unido y el Peñón se atribuyen tres millas pero España niega dicha soberanía por el Tratado de Utrecht
Madrid protesta formalmente ante Londres por los incidentes con Vigilancia Aduanera y un pescador
Los pescadores acusan a España de desamparo e indefensión ante Gibraltar
El alcalde de La Línea pide la intervención de Exteriores y la Junta para que los pescadores puedan faenar junto a Gibraltar
Gibraltar sigue siendo la única colonia que queda en el continente europeo y el escollo de las aguas que la rodean mantiene una tensa relación diplomática entre Reino Unido y España desde hace más de tres siglos. El 13 de julio de 1713, ... por el artículo X del Tratado de Utrecht, la Corona española cedió a Gran Bretaña «la ciudad y castillo de Gibraltar juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen pero no el istmo, ni las aguas adyacentes, ni el espacio aéreo suprayacente, que son espacios de soberanía española» como viene manteniendo desde entonces España.
Según sostiene el Ministerio español de Asuntos Exteriores, las Naciones Unidas han establecido, a lo largo de los años, una doctrina sobre la situación colonial de Gibraltar. Según ésta, Gibraltar es un territorio «no autónomo pendiente de descolonización. Como tal, no forma parte del territorio del Reino Unido, que es su potencia administradora y es responsable de sus relaciones exteriores. La existencia de una situación colonial en Gibraltar viola la integridad territorial de España y debe ponérsele fin a través de negociaciones bilaterales entre el Reino Unido y España. Las negociaciones sobre soberanía, corresponden exclusivamente a los Gobiernos de España y el Reino Unido».
Pero una cosa son las palabras y otra, los hechos. Gibraltar hace uso sin ningún tipo de problemas de las aguas que la rodean, que considera son de soberanía británica y en las que los incidentes con pescadores, agentes españoles de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, e incluso la propia Armada española, son constantes. Gibraltar los considera incursiones en sus aguas.
Uno de los más sonados ocurrió hace una semana. El patrón de la embarcación 'Mi Daniela', con base en La Línea de la Concepción, fue acusado por Gibraltar de los delitos de pesca ilegal y de especies en peligro de extinción, navegación peligrosa, alarma y acoso. Jonathan Sánchez acusa a las autoridades del Peñón de hostigamiento en un caladero que asegura han venido utilizando los pesqueros españoles «toda la vida». Antes hubo otro incidente con Vigilancia Aduanera.
Aguas territoriales
en el Estrecho según
Reino Unido y
Gibraltar
Aguas
territoriales
de Gibraltar
(3 millas)
Aguas
territoriales
de España
ESPAÑA
Algeciras
Gibraltar
Aguas
internacionales
Tarifa
Aguas
territoriales
de Marruecos
Aguas
territoriales
de España
(12 millas)
Ceuta
MARRUECOS
Aguas territoriales
de Marruecos
(12 millas)
Fuente: INFOGIBRALTAR
ABC SEVILLA
Aguas territoriales en el Estrecho
según Reino Unido y Gibraltar
Aguas territoriales
de Gibraltar
Aguas
territoriales
de España
ESPAÑA
(3 millas)
Algeciras
Gibraltar
Aguas
internacionales
Tarifa
Aguas
territoriales
de Marruecos
Aguas
territoriales
de España
(12 millas)
Ceuta
MARRUECOS
Aguas territoriales
de Marruecos
Fuente: INFOGIBRALTAR
(12 millas)
ABC SEVILLA
Según confirmaron a ABC desde el Ministerio de Exteriores de España, el Gobierno ha protestado formalmente por dichos incidentes ante el Reino Unido y por el vertido de fuel ocurrido también en agosto. «Lo hacemos siempre que hay algún episodio de este tipo», aseguraron dichas fuentes.
Además, el pasado lunes, Gibraltar denunció la incursión de un patrullero de la Armada española en sus supuestas aguas y anunció una queja del Reino Unido ante España.
'Costa seca'
La postura del Gibraltar es, como no podía ser de otra forma, bien distinta a la que mantiene España. Según argumenta el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, las aguas que rodean el Peñón son «exclusivamente británicas» porque en el Tratado de Utrecht no se incluía el concepto de aguas territoriales, y porque, añade, así lo constata la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que estipula, según apunta, que ningún territorio puede tener una 'costa seca', «lo que significa que la soberanía no puede terminar en la línea de costa y debe extenderse a las aguas circundantes».
Una de las voces más beligerantes en este conflicto sigue siendo la del alcalde de Algeciras y senador del PP, José Ignacio Landaluce, que tras el incidente con una embarcación de Vigilancia Aduanera en estas aguas y la denuncia del patrón del pesquero 'Mi Daniela', ha vuelto a pedir Fabian Picardo que deje «de presionar a las embarcaciones españolas y evite crear un conflicto que no debe de existir ya que Gibraltar no es propietario de las aguas que rodean a la colonia británica; no es propietario de las aguas de la Bahía de Algeciras y de la cara de levante, las que usa y que legalmente no son suyas».
Landaluce afea además la «la actitud negativa y de confrontación de las autoridades del Peñón, que siguen provocando incidentes» y asegura que las embarcaciones españolas están soportando «una presión sin excusas porque Gibraltar sigue usurpando las aguas que no le pertenecen, como demuestran los rellenos para ganar terreno al mar. No van a parar para intentar quitarnos lo que pertenece a España, y establecen el Derecho internacional y el Tratado de Utrecht», sostiene el regidor de Algeciras y senador del PP.
Reclama al Gobierno de España que tome cartas en el asunto para proteger a los pescadores españoles, los funcionarios del Vigilancia Aduanera y los agentes del Servicio Marítimo de la Guardia Civil: «Le pedimos al Gobierno de Pedro Sánchez que actúe y deje de mirar para otra parte incumpliendo sus obligaciones, que proteja a los pescadores y proteste formalmente ante los organismos internacionales y ante el Reino Unido», unas protestas que según Exteriores «son formales y constantes».
También se ha pronunciado tras el incidente con el pescador de La Línea la consejera de Pesca de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, que pide el cese inmediato de este acoso y recama «una mayor protección y defensa de los barcos españoles por parte del Gobierno de España». La consejera aclara que estos pescadores «no incumplen legislación alguna y tienen su licencia para pescar en esas aguas, que son de jurisdicción españolas. Es un número muy reducido de embarcaciones el que pesca en esa zona, con artes menores y barcos muy pequeños que no provocan ningún daño».
Bloques de hormigón
Y es que el sector pesquero español es, sin duda, uno de los más perjudicados por el eterno conflicto de las aguas que rodean Gibraltar. Los pescadores del Estrecho han faenado históricamente en estas aguas pero, desde hace años, las autoridades del Peñón se han convertido en su principal amenaza. Se sienten hostigados y acosados y las denuncias son constantes. La crisis más grave se vivió hace diez años. En julio de 2013, Gibraltar arrojó al mar 70 bloques de hormigón terminados con puntas de hierro con la intención, según señaló, de crear un arrecife artificial y proteger la biodiversidad de la zona. Lo que pretendía era impedir que los pesqueros españoles faenasen en este caladero histórico.
Aquello generó la aireada protesta de los pescadores y un conflicto diplomático entre España y Reino Unido, reavivando así una vieja polémica y enfriando las relaciones entre ambos países, unas relaciones que tras estos últimos incidentes vuelven a estar tensionadas cuando se negocia además un tratado que posibilite el encaje de Gibraltar en la UE tras el Brexit.
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