MEDIO AMBIENTE
Las gacelas de la discordia: una reserva de animales frena la cultura en Almería
Entre vallas, con la Alcazaba de fondo, aquí se ubica una finca con especies protegidas que no son compatibles con la dinamización de la ciudad
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En pleno corazón de Almería, a los pies de la Alcazaba, una finca aparentemente discreta alberga uno de los patrimonios científicos más singulares de Europa. Se trata de una reserva de gacelas y otros ungulados amenazados, gestionada por la Estación Experimental de Zonas Áridas ( ... EEZA), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Esta instalación no se ha movido del sitio desde hace 70 años y se ha convertido en motivo de conflicto. La investigación frente a la dinamización cultural de los espacios que recientemente se han renovado.
La tensión entre el Ayuntamiento de Almería y la EEZA se dispara en junio de 2024 cuando cuatro gacelas, incluyendo una cría y una hembra gestante, así como un arruí, mueren tras la celebración del festival de música Alamar en el parque de La Hoya. Según los científicos, los animales fallecieron a causa del estrés provocado por la música y el bullicio del evento que se ubicó junto a la finca experimental.
Un informe pericial del equipo del Seprona de la Guardia Civil ha avalado esa hipótesis en el marco de la causa abierta en el Juzgado de Instrucción número 2 de Almería para determinar si hubo responsabilidad municipal en los hechos. El documento sostiene que el estrés inducido por el ruido jugó un papel crucial en la mortalidad de los ejemplares, y respalda las necropsias realizadas por los veterinarios de la EEZA, que hallaron «posibles muertes debido a traumatismos severos» derivados del pánico.
«El estrés agudo pudo haber provocado reacciones de pánico, con los animales golpeándose repetidamente contra estructuras del centro», indica el informe, que atribuye a los conciertos celebrados entre el 19 y el 22 de junio en el parque de La Hoya la exposición a «varios días con niveles sonoros de gran intensidad».
La situación ha forzado al Ayuntamiento a modificar su planificación de eventos. El ciclo cultural Flamenco en el Cerro de San Cristóbal, previsto para todos los sábados de mayo en el mirador del Cerro de San Cristóbal, ha sido reubicado al Mesón Gitano por la cercanía con la finca científica. «Lo que iban a ser cinco tardes fantásticas de flamenco en un lugar de excepción para Almería tiene que cambiar de escenario debido a la exigencia de la EEZA de impedir la actividad», lamentaron fuentes municipales.
En busca de una solución
La alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, ha insistido en la necesidad de buscar una solución. «No es el sitio idóneo para que estén esos animales hacinados, no solo por las propias criaturas, sino porque limita el desarrollo cultural y patrimonial de la ciudad», ha declarado. En este sentido, Vázquez asegura que el Consistorio mantiene activa la búsqueda de suelos aptos para trasladar la finca.
En los últimos días, se ha dado a conocer que el Ayuntamiento de Almería habría localizado unos terrenos en La Cañada, dentro de término municipal, un espacio próximo a la Universidad que podría albergar la actividad de la reserva de animales. Por el momento, se ha previsto una reunión para plantear esta posibilidad a la dirección de la estación experimental.

La EEZA, por su parte, ha recordado que desde 2019 tiene en marcha un proyecto para trasladar la finca experimental. Sin embargo, aún no se ha encontrado un terreno adecuado. La directora del centro, Teresa Abáigar, ha manifestado en otras ocasiones que el proceso avanza, pero advierte que no es sencillo. «Los tiempos del Ayuntamiento para hacer conciertos y los nuestros son distintos», ha señalado.
«El CSIC ocupa esta finca desde hace 70 años, mientras que el Ayuntamiento tiene la cesión desde hace 17. Durante 16 años esto fue un aparcamiento y un basurero», ha criticado la directora de la finca sobre el espacio que ha sido rehabilitado recientemente, en referencia al parque de La Hoya.
Abáigar ha descartado presiones para acelerar el proceso y ha confirmado que la comisión encargada de buscar el nuevo emplazamiento ha valorado opciones, incluida una parcela ofrecida por la Junta de Andalucía que fue descartada por no cumplir con los requisitos: acceso seguro, terreno llano suficiente y presencia de cerros cercanos. Desde el CSIC, además, subrayan que la necesidad de reubicar la reserva no se debe solo al conflicto actual, sino a las limitaciones estructurales de la finca actual, ya demasiado pequeña.
Reclaman un espacio de unas 50 hectáreas, ocho veces más que la finca actual, a menos de 35 kilómetros del centro de Almería, que combine zonas llanas y áreas con relieve para poder replicar el hábitat natural de las especies. «Hemos estado buscando activamente y no es fácil encontrar un terreno adecuado», insistió Abáigar, quien recuerda que otras instituciones como la Consejería de Medio Ambiente pueden dar fe de estas gestiones.
El centro histórico de Almería avanza en su proceso de revitalización con proyectos como la recuperación urbana y paisajística del Cerro de San Cristóbal, así como la intervención en espacios como los jardines de La Hoya, el Mesón Gitano, las Casas Consistoriales o la Plaza de la Administración Vieja. Sin embargo, en medio de esta transformación, aún permanece la reserva de gacelas protegidas que, más allá de desentonar con el entorno, se ha convertido en un impedimento para el aprovechamiento cultural de estos espacios renovados.
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