El Cura Valera, un sacerdote de Almería: El primer milagro aprobado por el Papa León XIV

Salvador Valera Parra nació en Huércal-Overa el 27 de febrero de 1816 en una familia humilde, en una época de grandes dificultades, con epidemias, hambrunas y persecuciones a la fe. A los 24 años fue ordenado cura y comenzó su labor en las parroquias de Alhama de Murcia y Cartagena, hasta que en 1868 regresó a Huércal-Overa como párroco, donde pasaría los últimos 40 años de su vida.

El obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero ha destacado en un mensaje reciente que la Beatificación del Cura Valera es «el primer milagro aprobado por el Papa León XIV» y una invitación a los fieles a «vivir con alegría y fervor el celo apostólico» que caracterizó al sacerdote. Este evento se convierte en una oportunidad única para la comunidad cristiana de revivir el ejemplo de santidad del venerado sacerdote.

Ante la previsión de la asistencia de miles de fieles, la ceremonia se ubicará en un pabellón municipal, y estará precedida por una Vigilia de oración. Además, el día posterior, la Misa de Acción de Gracias será presidida por el Obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, en el marco de la tradicional 'Noche de las Lumbres', que conmemora el traslado del Santísimo Sacramento a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de esta localidad.

Durante los días previos a la Beatificación, los fieles de la Diócesis podrán asistir a diferentes actividades para prepararse espiritualmente. Estas iniciativas estarán disponibles en las webs oficiales de la Diócesis y la Asociación del Cura Valera, y están abiertas a la participación de todos aquellos que deseen ser parte de este evento tan significativo.

Conocido por su humildad, generosidad y profundo amor por sus feligreses, el Cura Valera dedicó su vida al cuidado de enfermos, pobres y presos. Durante las epidemias de cólera, atendió a los enfermos con un heroísmo que le valió el reconocimiento tanto de la comunidad religiosa como civil. Su entrega fue tal que se le atribuyeron numerosos hechos milagrosos, como la sanación de enfermos y la preservación de su pueblo durante desastres naturales.

Salvador Valera murió el 15 de marzo de 1889, dejando un legado de santidad que perdura hasta el día de hoy. Su cuerpo reposa en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Huércal-Overa, donde continúan los testimonios de su intercesión y se mantiene viva su fama y devoción.

El milagro atribuido al Cura Valera y que ha sido decisivo para su Beatificación ocurrió el 14 de enero de 2007 en el Memorial Hospital de Rhode Island en Providence (Estados Unidos). Un recién nacido, Tyquan Hall, llegó al mundo en estado crítico, sin pulso ni signos de vida. El médico que lo atendía, Juan Sánchez-Esteban, natural de Huércal-Overa, pidió la intercesión del Cura Valera con una oración en medio de la desesperación. Tras esa súplica, el niño comenzó a respirar y su corazón empezó a latir con normalidad.

El proceso de investigación del milagro fue llevado a cabo en la Diócesis de Rhode Island en 2014 y, tras una exhaustiva revisión por parte del Dicasterio para las Causas de los Santos en Roma, se aprobó como milagro válido para la Beatificación. En junio de 2025, el Papa León XIV dio su aprobación formal.

El legado del Cura Valera sigue vivo en Huércal-Overa. Su casa natal se conserva en la calle que lleva su seudónimo, y la plaza central de la localidad también honra su memoria. Además, el Instituto de Educación Secundaria, fundado en 1951, también lleva su nombre mantiene viva su influencia en las nuevas generaciones.

Este cura no dejó grandes escritos ni fundó ninguna congregación religiosa, pero su vida fue un testimonio constante de fe, humildad y servicio. Es recordado como un sacerdote cuya santidad no estaba en las grandes hazañas, sino en la entrega cotidiana a su comunidad, en la oración constante y en su dedicación total a los más necesitados.