Las claves de la sentencia del Supremo que frena el derribo del hotel El Algarrobico en Almería

Los múltiples intentos en los diferentes juzgados de los colectivos ecologistas no obtienen el resultado esperado. Greenpeace pedirá recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional e incluso llegará al de Estrasburgo si fuera necesario.

El Alto Tribunal recoge en su sentencia las claves que frenan actualmente el derribo de El Algarrobico. Un hotel de 21 plantas y 411 habitaciones promovido por Azata del Sol que está considerado como 'símbolo de la destrucción de la costa española'. Un despropósito urbanístico protagonista de un galimatías judicial sin final después de casi dos décadas.

La licencia municipal de obras concedida en 2003 sigue siendo plenamente legal casi 20 años después a pesar la normativa ambiental que rige en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y la Ley de Costas. El permiso otorgado por el Ayuntamiento de Carboneras a Azata del Sol sigue siendo ajustado al planeamiento vigente a pesar de haber cambiado en el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

La sentencia recoge que existe «una inadmisible lenidad de todas las administraciones involucradas». Critica la falta de rigor del Ayuntamiento de Carboneras, Junta de Andalucía y Estado en sus determinaciones que «han propiciado una actuación carente de toda razón y toda lógica» en relación con la construcción del hotel.

El Supremo reconoce la complejidad de unos terrenos que están incluidos en zona protegida, pero «el planeamiento se mantiene al menos formalmente como urbanizables». «No parece que tales complicaciones jurídicas, e incluso subjetivas por la pluralidad de las administraciones implicadas pueda resolverse sin que se lleven a cabo los trámites del procedimiento legalmente previsto, es decir, la revisión de oficio», puntualiza.

El Alto Tribunal avala el fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJA) que ordenó al consistorio carbonero la revisión de la licencia. La sentencia recoge que el tribunal es consciente de la especial situación que se sigue manteniendo con su decisión, pero alega que «las garantías procesales no pueden ceder ante una pretendida efectividad de una demolición por la que clama con vehemencia» la asociación Greenpeace.

Los magistrados del Supremo advierten de que para llevar a cabo el derribo del hotel El Algarrobico hay que tener en cuenta «los derechos, ciertamente complejos y de indudable interés económico, social y jurídico, de todas las partes involucradas». Hacen así alusión a las pérdidas económicas de la promotora del complejo hotelero cuyas obras se pararon en 2005 cuando se encontraba al 95% de su ejecución.

Azata el Sol amplió en julio de 2022 su demanda contra la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Carboneras para reclamar la reparación integral de los daños y perjuicios patrimoniales, morales y personales. A su juicio, la situación se ha generado por la actuación «ilógica, irrazonable y arbitraria» de ambas administraciones alterando el planeamiento que daba sustento legal a la construcción.