La «maldición» de los presidentes de la Junta de Andalucía

La misma decisión tomaron Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El quinto en discordia, José Rodríguez de la Borbolla, que recogió los trastos de gobernar de Escuredo y se los entregó a Chaves, fue víctima de una campaña de acoso de un sector de su propio partido y en 1990 se vio impedido de optar a la reelección pese a que cuatro años antes había conseguido mayoría absoluta.

Susana Díaz, que se convirtió en presidenta tras la renuncia de Griñán, se someterá ahora al escrutinio de las urnas. Si el voto de los andaluces le permiten mantenerse en el Palacio de San Telmo , la duda está en si romperá la dinámica de sus predecesores o si estará también destinada, a mitad de camino, a cambiar su despacho de Sevilla para buscarse otros horizontes: Pongamos que hablo de Madrid.

Plácido Fernández Viagas nació en Tánger el 29 de marzo de 1924, y falleció el 8 de diciembre de 1982. Candidato del PSOE, fue elegido presidente de la Junta Preautonómica de Andalucía el 27 de mayo de 1978, en el salón de actos de la Diputación Provincial de Cádiz. Bajo su mandato se firmó, el 4 de diciembre de 1978 el pacto que obligaba a todas las fuerzas políticas a conseguir la autonomía plena para Andalucía. Fue sustituido como presidente de la Junta por Rafael Escuredo, retirándose de la política y dedicándose a sus tareas como miembro del Tribunal Constitucional.

Rafael Escuredo es natural de Estepa (Sevilla) donde nació el 16 de abril de 1944. La dimisión de Plácido Fernández Viagas le aupó a la Presidencia de la Junta el 2 de junio de 1979, cargo en el que se confirmó en las primeras elecciones autonómicas que se celebraron el 23 de mayo de 1982. Licenciado en Derecho, trabajó en el despacho laboralista de Felipe González. Durante su mandato tuvo serios enfrentamientos con el Gobierno central, en manos de UCD, y llegó a protagonizar una huelga de hambre en enero de 1980 por su discrepancia con las condiciones del referéndum por la autonomía, en el que el partido centrista abogó por la abstención.

A Escuredo de sucedió José Rodríguez de la Borbolla, su vicepresidente, que dirigió los destinos de la Junta Andalucía durante el resto de la legislatura. Nació en Sevilla en 16 de abril de 1947. Abogado, ingresó en el PSOE en 1972. En las elecciones de 1986 consiguió mayoría absoluta, y su mandato se prolongó hasta 1990. En ese periodo, en el que se consolidó el proceso autonómico al asumir la Junta un importante paquete de competencias, Borbolla fue sometido a una campaña de desgaste por parte del sector del PSOE que seguía las directrices de Alfonso Guerra, los «guerristas». El presidente de la Junta agotó la legislatura, pero, en contra de la lógica política, no tuvo opción a ser reelegido en 1990.

Manuel Chaves, que en 1990 era ministro de Trabajo, recibió el encargo del presidente del Gobierno, Felipe González, de batirse el cobre en Andalucía, a lo que opuso una cierta resistencia por motivos familiares. Nacido en Ceuta en 1945, estudió Derecho y es militante del PSOE desde 1968. Fue presidente de la Junta de Andalucía durante 19 años. En abril de 2009, José Luis Rodríguez Zapatero lo incorpora al Ejecutivo central como vicepresidente y ministro de Política Territorial y Administración Pública. Tampoco Chaves tuvo oportunidad de agotar su última legislatura. Salpicado por el escándalo de los ERE irregulares financiados por la Junta, es diputado en el Congreso en la bancada del Grupo Socialista, por lo que su condición legal es la de aforado.

A Manuel Chaves le sucedió José Antonio Griñán. Madrileño nacido en 1946, es licenciado en Derecho e inspector técnico de Trabajo. Accedió a la Presidencia de la Junta un año después de abrirse la legislatura y la agotó hasta el mes de marzo de 2012 sin ceder a las presiones de la dirección federal del PSOE, que prefería hacer coincidir las elecciones autonómicas con las generales, que tuvieron lugar, estas últimas, el 20 de noviembre de 2011. Griñán, al igual que Chaves, está «señalado» en la causa de los ERE. El 27 de agosto de 2013 presentó la dimisión y nombró como sucesora a Susana Díaz, que juró su cargo de presidenta el 7 de septiembre de 2013. Griñán es senador en representación de la Comunidad autónoma.