El convulso verano de Artur Mas
El presidente de la Generalitat de Cataluña descansa unos días en el pueblo menorquín de Fornells tras un intenso julio
s. montero
El paraíso de Artur Mas no está en Cataluña, está en Menorca. Tras el intenso verano de trabajo, el presidente de la Generalitat ha decidido refugiarse, como cada año, en el pueblecito menorquín de Fornells. Allí descansa durante unos días antes de enfrentarse a uno ... de los meses más importantes de su legislatura. Septiembre llega cargado de trabajo para el político catalán, que deberá resolver las últimas incógnitas sobre la consulta soberanista del de noviembre .
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El pasado 8 de agosto, el presidente de la Generalitat puso punto y aparte a un curso político muy complicado. «No hablaré de otros planes porque solo hay uno, que es votar» zanjaba Mas a principios de mes. Este verano ha sido difícil para el líder de CDC, que ha visto como los últimos acontecimientos políticos ponían en peligro sus aspiraciones soberanistas.
Un refugio para desconectar
La marcha de Josep Antoni Duran y Lleida de la secretaría general de CiU y la confesión del hasta ahora mito del catalanismo Jordi Pujol sobre su fortuna en el extranjero han supuesto un quebradero de cabeza para el presidente catalán. Mas ha decidido tomarse unos días de desconexión en Fornells (Menorca).
Fornells es un pequeño pueblo de pescadores en la costa menorquina al que Artur Mas y su esposa, Helena Rakosnik, se escapan cada verano. Allí el líder catalán se relaja dando largos paseos con su familia o acudiendo a algunos comercios cercanos a la tranquila playa. Incluso, en este pequeño municipio se casó el pasado verano la hija del president. Un acontecimiento más que pone de manifiesto la enorme vinculación de la familia Mas con esta tierra, en la que su familia lleva veraneando muchos años.
Una agenda intensa en septiembre
Hasta el 9 de noviembre, a Mas le espera una agenda política muy complicada. Tras unos días de descanso en Menorca, el president tendrá que volver para negociar los últimos detalles sobre la consulta. La vicepresidenta del Govern de Cataluña, Joana Ortega, sugirió el aplazamiento de la cita soberanista ante la posibilidad de que el Tribunal Constitucional prohíba la consulta.
Mas seguirácon mucha atención la Diada del próximo 11 de septiembre. Esta convocatoria, cuyos datos hacen sospechar que este año estará menos concurrida, será un buen termómetro para medir las aspiraciones soberanistas del pueblo catalán.
La posible comparecencia de Pujol ante el parlamento catalán para aclarar sus cuentas en Andorra también podría suponer otro examen para el presidente de la Generalitat, cuyo partido ha sufrido un duro golpe después este líder del catalanismo confesase sus cuentas en el extranjero.
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