Las provincias pequeñas, claves con 102 escaños

Ahora, se podría dar la circunstancia de que el PP, aunque supere al tercer partido por 10 o 12 puntos porcentuales, obtenga el mismo número de diputados que éste en muchas pequeñas provincias. Puede ocurrir en Ávila, Cuenca, Guadalajara, Huesca, Palencia, Segovia, Teruel y Palencia . En todas ellas está en juego la elección de tres diputados, que en 2011 se repartieron en una relación de 2 a 1 entre el PP y el PSOE. Ahora, la distribución podría ser de un diputado para PP, PSOE y Ciudadanos, aunque los populares sean el primer partido de forma clara en esas provincias.

El tercer diputado se decidirá así por un puñado de votos , de ahí el interés de los candidatos por hacer campaña en estas circunscripciones. El ejemplo más claro, por ser el primer interesado (y posiblemente el principal perjudicado) es Mariano Rajoy , quien ayer mismo hizo campaña en Benavente (Zamora).

Con las provincias que eligen cuatro o cinco diputados ocurre algo muy parecido. Con las únicas excepciones de Lérida, Álava y Navarra , las otras 14 fueron bipartidistas puras en 2011, con victoria del PP en casi todas ellas. En Ciudad Real, por ejemplo, ganó el PP con tres diputados, frente a los dos del PSOE. Un tercer partido podría dejar las cosas en 2-2-1, con un empate de escaños entre los dos primeros, pese a la diferencia de votos. El 3-2 que obtuvo el PPfrente al PSOE en León podría ser ahora otro 2-2-1.

¿Cuál es el tercer partido? Según el estudio que está realizando GAD3, Ciudadanos entrará en casi todas las provincias que eligen tres diputados (quedará un 1-1-1), y por supuesto en las de cuatro. Podemos, en cambio, se quedaría fuera de las de tres y solo entraría en algunas de cuatro, como Lugo u Orense.

Los últimos escaños de todas estas circunscripciones podrían decidirse por muy pocos votos, y el principal perjudicado sería el PP, el ganador en 2011 que ahora podría empatar en escaños en muchas provincias pese a tener más apoyos. Cada papeleta «rural» tendrá así un valor especial . «Por primera vez en la historia de España, las elecciones generales se juegan en las provincias pequeñas, en las zonas rurales», advierte Narciso Michavila, presidente de GAD3.

En el Partido Popular tienen clara la importancia del voto en los pequeños municipios ; las circunscripciones del interior, mas las de Valencia, Andalucía y Madrid pueden darles –o no– acceso a gobernar España. De ahí que en su estrategia electoral se haya incluido la visita a los municipios como una de las prioridades de precampaña y de campaña . De hecho, ya han empezado: el domingo 22 de noviembre se presentaba «Mi pueblo no se cierra», un recorrido por localidades de menos de 20.000 habitantes en el que defender el mantenimiento de los ayuntamientos y las diputaciones, en contraposición con las propuestas de Ciudadanos. Rajoy ha entrado en esta dinámica: en las últimas dos semanas ha visitado Campo de Criptana, Las Mesas, La Roda y Ocaña en Castilla-La Mancha; Massanassa en Valencia y Olmedo y Benavente en Castilla y León.

Al PSOE no le perjudica tanto como al PP la aparición de un tercer partido en esas circunscripciones, y eso se refleja en la organización de campaña que ha preparado, más centrada en grandes ciudades, sobre todo Madrid, y circunscripciones donde quiere consolidar la mayor parte de sus diputados.

Ciudadanos ha diseñado una campaña que prima la presencia de Albert Rivera en Madrid, Andalucía y el litoral mediterráneo . Ahí se reparten las grandes bolsas de escaños y se encuentra el votante urbano, el más permeable a su discurso.

Sin embargo, el partido naranja ha trabajado hasta última hora en el diseño de un recorrido que también haga visible a Rivera en las provincias medianas . Además, creen que la fortaleza que ha adquirido su marca tras el 27-S puede llevarles a disputar también escaños en las provincias pequeñas. No obstante, solo tres de los 27 actos que tendrá Rivera en campaña serán en estos enclaves: serán en Salamanca, Ávila y Santander. Todos ellos en la última semana de campaña. Es una circunstancia que el PP ha querido aprovechar, con una presencia mucho mayor en los pueblos.

Podemos empieza a tener oportunidades en las circunscripciones que eligen cuatro o más , en Galicia, con las Mareas, en la Comunidad Valenciana, en Castilla-La Mancha, Cataluña, la cornisa cantábrica y por supuesto Madrid, donde el partido de Pablo Iglesias espera conseguir el grueso de sus diputados.