Casado se vuelca en el examen del 14-F

La dura realidad para el PP es que, pese a su tendencia al alza, en estas elecciones les sigue de cerca una sombra que no logran quitarse de encima: Vox les pisa los talones, incluso podría superarles en número de votos en Cataluña, según algunas encuestas. En el PP nadie quiere creérselo del todo, pero algunas fuentes reconocen que si eso sucediera el 14-F sería un auténtico varapalo para la estrategia puesta en marcha por Casado.

El PP está observando un cambio de «eje» en Cataluña . Una dirigente nacional lo explica así: «Ya no se habla del procés, se habla de salud y economía. Al final los catalanes han visto que tienen los mismos problemas que el resto de españoles y europeos y quieren partidos que les den soluciones y que no se pierdan en debates estériles». La campaña del PP va de eso, de salud, trabajo y convivencia, sin alimentar el frentismo ni la polarización de la sociedad. Ese cambio de prioridades favorece al PP, que se hace más fuerte cuando habla de economía y empleo, y de problemas que vayan más allá del monotema de los últimos años en Cataluña.

Con ese discurso «centrista», el PP está subiendo ante el 14-F, si bien sus previsiones, incluso las más optimistas, no son para lanzar cohetes. Los populares darán por bueno el resultado si la candidatura encabezada por Alejandro Fernández logra pasar de cuatro a siete u ocho diputados en el «Parlament», y sobre todo si se mantiene por delante del partido de Abascal.

Las elecciones catalanas serán el primer examen para el proyecto de centro que lidera Casado en el conjunto de España después de la ruptura total con Vox , escenificada en octubre en la moción de censura del Congreso , y ya con la conquista del espacio de Ciudadanos en marcha. El fichaje de Lorena Roldán fue estratégico «por el mensaje de centralidad que se transmite en Cataluña y en toda España». La desbandada electoral de Ciudadanos es un hecho y los populares esperan ofrecer un proyecto atractivo para todos los votantes constitucionalistas que se sienten huérfanos.

La cuestión es qué pasará con Vox. Si el partido de Abascal los adelanta en Cataluña, ese examen acabará en suspenso y la estrategia de Casado, cuestionada. El reciente sondeo «flash» del CIS volvía a situar a Vox por delante del PP en voto: 6,9 frente a un 5,8 por ciento. El barómetro de la Generalitat optó por premiar más al PP: 7 por ciento frente al 4,8 de Vox.

En este contexto, Casado se está volcando en estas elecciones desde hace meses. Desde principios de noviembre y hasta el inicio de la campaña visitó Cataluña en 14 ocasiones. Ya en periodo electoral, tenía programadas siete jornadas de campaña, a las que va añadiendo actos e intervenciones.

El PP prepara una recta final de la campaña con mensajes que refuercen su espacio en el centro y a la vez afiancen a su electorado por la derecha frente a Vox. Un equilibrio que los dirigentes populares tratan de mantener con los recursos a su alcance. Ayuso cumple un papel importante en ese sentido, como polo de atracción de unos votantes que pueden dudar entre uno y otro partido. Y también lo cumpliría Cayetana Álvarez de Toledo , en buena sintonía con el candidato del PP, Alejandro Fernández . Fue él quien invitó a Álvarez de Toledo a participar en la campaña. Su participación «puntual» tiene como objetivo frenar una subida de Vox donde se vea que este partido puede tener más crecimiento, dentro de la provincia de Barcelona.