Indiferencia masiva en torno al Senado

Serán los sociólogos los que desentrañen qué es lo que se oculta tras un fenómeno ante el que la clase política debería mostrarse preocupada, pero lo cierto es que estos indicadores, alcanzan niveles de récord y se sitúan muy por encima de los registrados respecto al Congreso , donde la suma de estos tres se queda seis puntos por debajo, en un 30,97%.

Pasando por encima de la dificultad de interpretar el mensaje lanzado por los electores que o se quedan en casa o no votan a nadie, no faltarán los análisis que atribuyan estos datos al creciente desapego de los ciudadanos con respecto a una institución de cuya utilidad muchos dudan y que todos los partidos creen necesario reformar, sin abordar ninguno nunca esa necesaria reforma. También habrá quien perciba tras estos datos la impronta demoscópica de los indignados.

Sin embargo, parece que hay otros factores que habría que considerar, como la confusión suscitada entre los votantes por la nueva papeleta sepia, lo que podría explicar que el número de votos nulos se haya disparado nada menos que en un 50% con respecto a las generales de 2008, situándose en un 3´71% muy por encima de los registrados en las votaciones al Congreso , en las que el porcentaje de papeletas no válidas se ha quedado en un 0,64%. Si los votos nulos a la Cámara Alta llegaron a 904.675 papeletas, el escrutinio de los votos nulos al Congreso se queda en poco más de un tercio, en 333.095 votos.

Con respecto a la abstención, también es mayor en las votaciones a la Cámara Alta, aunque no alcanza estas magnitudes. Los votos emitidos respecto al Senado fueron casi 180.000 menos que los del Congreso y aunque este dato no es de proporciones gigantescas, no parece que quepa atribuirlo a la falta de información de los votantes.