PP, Cs y Vox escenifican la ruptura del Pacto de Toledo por la reforma de pensiones de Escrivá

Pese a esta corriente de malestar, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, tiene amarrados los apoyos mínimos para sacar adelante esta segunda pata de la reforma de las pensiones. Deberá sustentarse, eso sí, en los socios independentistas y, por contra, no tendrá ningún apoyo de los partidos de la oposición. Tanto el PP, como Ciudadanos y Vox votarán en contra de la medida que pretende garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones en las próximas décadas.

Los populares han insistido en los últimos meses en la falta de información por parte del Gobierno en esta reforma. El lunes a última hora de la tarde el principal partido de la oposición denunciaba el mismo escenario y amagaba con votar en contra de la norma si el Ejecutivo no le facilitaba información. Ayer el departamento que dirige Escrivá remitía al PP unas escuetas tablas de excel con algunos datos con información selectiva que no han convencido al partido y que condicionarán su voto en la Cámara Baja, según las fuentes consultadas por ABC.

«El PP no va a apoyar la reforma basándose únicamente en el 'power point' que conocemos de un Gobierno que nos tiene acostumbrados a mentir reiteradamente. Nos ofrecen más seguridad los numerosos informes que cuestionan su viabilidad, el más categórico el de la Airef que dirigía hasta hace unos años el autor de la reforma planteada», apuntan las mismas fuentes. Desde la formación presidida por Alberto Núñez Feijóo que las medidas no han sido pactada con los agentes sociales y decididas fuera del Pacto de Toledo. Esta idea del desprecio a la comisión parlamentaria centra la casi totalidad de las críticas de los partidos que, presumiblemente, apoyarán las medidas, como ERC, que sumarán sus votos al Gobierno pese a ser orillados en la negociación.

«Nos están diciendo ya que esto no es un sistema que vaya a soportar las pensiones del futuro y si el propio Gobierno de España no tiene confianza en este instrumento es muy difícil que nosotros se lo podamos apoyar», critican desde Vox. El portavoz de la formación, Iván Espinosa de los Monteros, llegó a tildar las medidas incluidas para reforzar los ingresos de la Seguridad Social como un «atraco adicional a los trabajadores», por lo que considera muy difícil el apoyo de Vox. Fuentes parlamentarias no aclaran si finalmente este rechazo se sustanciará en un voto en contra o en una abstención.

Y para cerrar la oposición de todo el bloque de centro derecha a la reforma de pensiones, Ciudadanos también votará en contra de este último paquete de medidas. «El ministro Escrivá debe dimitir por su irresponsabilidad», apunta el portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal en sede parlamentaria.

La división en el voto con la reforma de pensiones supone la ruptura de la unidad de la que ha presumido el Pacto de Toledo desde que fue creado en 1995, incluidas también las últimas recomendaciones de la Comisión. En 2020 con la socialista Magdalena Valerio como presidenta de la comisión parlamentaria, se votó por unanimidad (menos la abstención de Vox) las recomendaciones para afrontar los cambios que debían sostener el sistema hasta 2050.

Sin embargo, el primer paquete de medidas, entre las que se incluyó ligar la revalorización de las pensiones al IPC, que fue consensuado con patronal y sindicatos en 2021, ya recogió los votos en contra de la oposición, principalmente por la configuración en el último momento y por real decreto del mecanismo de equidad intergeneracional. Una subida de cotizaciones que fue pactado solo con los sindicatos y de espaldas a las empresas. Ahora, esta segunda parte también tendrán en contra a casi la mitad del Congreso de los Diputados.