Escrivá logra convencer a Bruselas que su plan de ingresos es realista

En la Comisión Europea no confirman oficialmente que hayan dado luz verde a la propuesta española y esperarán a que se presente formalmente la solicitud del siguiente tramo de fondos de ayuda a la reconstrucción, que están pendientes precisamente de la reforma de la Seguridad Social. La versión de la Comisión sigue siendo que reconoce que «ha habido intensos intercambios en las últimas semanas en relación con los compromisos asumidos por España» sobre la reforma de las pensiones y «nuestra evaluación solo puede realizarse después de que se hayan completado todos los hitos y objetivos pertinentes vinculados a una solicitud de pago específica». Al parecer, el hecho de que los contactos hayan sido al más alto nivel en el seno de la Comisión ha facilitado mucho el resultado de las gestiones, que pretenden evitar una mala sorpresa en el último minuto. La propia Comisión también ha reconocido tener problemas para asumir esta nueva función de control, porque en este proceso España ha sido el primer país que se ha lanzado a pedir fondos y también el primero que ha entrado en una difusa situación porque no acaba de aclarar dónde los está invirtiendo.

Sin embargo, entre los argumentos que más han convencido en Bruselas parece estar que el Gobierno insiste en que la reforma laboral estaría produciendo según sus datos «cambios estructurales significativos» precisamente como efecto del plan de recuperación que ha propia Comisión aprobó en su día. Aunque España es el único país de la UE que todavía no ha recuperado el PIB prepandemia, desde el Gobierno insisten en que está funcionando de forma más que satisfactoria, lo que a su vez consolida el valor del trabajo de la propia Comisión al respecto.

En cuanto a las discrepancias con los socios de coalición, el proponer ambas opciones parece haber eliminado toda discrepancia.