La inversión extranjera en Cataluña cayó un 75% en el tercer trimestre

Se trata así del peor tercer trimestre para Cataluña desde 2012, año en el que la economía española estaba en recesión y el temor cundía entre los inversores ante la crisis del euro. Los datos no toman en cuenta la fuga de más de 3.000 empresas que se produjo después del 1-O y se reflejará en la estadística del cuarto trimestre. Si bien el tercer trimestre de 2016 fue extraordinariamente favorable –entonces aumentó un 75% la inversión, con operaciones como la venta del 20% de Gas Natural por parte de La Caixa y Repsol– también es cierto que el dato es un 44% inferior a los 1.187 millones registrados en 2015 y que los datos agregados de los tres primeros trimestres, también recogen esta tendencia a la baja desde 2015.

Asimismo, en septiembre el Parlamento catalán aprobó la Ley de transitoriedad jurídica para declarar la independencia tras lo que Hacienda intervino las cuentas de la Generalitat. Este aumento del desafio secesionista tuvo su traducción económica en una inseguridad jurídica mayor y un menor ánimo inversor.

Hubo un antes y un después en los datos de inversión desde que Junts pel Sí ganó las elecciones catalanas en septiembre de 2015, prometiendo la independencia. La inversión extranjera que había empezado a recuperar sus cotas precrisis, ha descendido un 44% desde entonces: no ha vuelto a alcanzar los 7.215 millones de cota que logró entre enero y septiembre de 2015, antes de los comicios.

Probablemente, el impacto en la inversión se dejará notar con mayor intensidad en el largo plazo. En el plano general, Cataluña suele ser la segunda comunidad receptora de inversión extranjera tras Madrid, por lo que el bajón de la región lastra al resto del país. El capital foráneo que llegó a España en el tercer trimestre alcanzó los 4.673 millones, un 43% menos que en el mismo período del año pasado. El bajón «se explica, fundamentalmente, por el descenso de las inversiones destinadas a Cataluña», describe el Ministerio de Economía.

Como fuere, en el resto de España también se observa una cierta desaceleración de la inversión, ya que si se excluyen los datos de Cataluña, en el resto del país las operaciones bajaron un 32%. Sin embargo, al coger el acumulado del año, entre enero y septiembre llegaron 16.473 millones a España, un 3% más que en 2016 , lo que contrasta con la tendencia de Cataluña , que pierde peso en el total de inversión nacional: si en 2016 representaba el 25% de los flujos de grandes capitales que llegaban a España, ahora se queda en un 11%.

Una situación que contrasta con la de Madrid y País Vasco , las otras dos grandes comunidades que más inversión atraen. Madrid recibió 2.870 millones de euros en el tercer trimestre, un 20% más que el año pasado mientras que País Vasco recibió 374 millones, un 123% más que el año pasado. El dato trimestral suele ser muy volátil, ya que el registro del Ministerio solo toma en cuenta las operaciones entre empresas cotizadas, lo que arroja una instantánea escueta de las grandes inversiones. Como detalla el Ministerio de Economía, el importe que toma en cuenta es el 85% de la inversión extranjera como media y el 50% de la inversión española.

En otras ocho comunidades la inversión cae más que en Cataluña en el tercer trimestre (Murcia, Cantabria, la Rioja, Galicia, Navarra, Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha), aunque al ser regiones pequeñas, la volatilidad es aún mayor.

Al coger el dato que va de enero a septiembre se observa que la tendencia es similar: la inversión extranjera a Madrid aumentó un 37% frente al año pasado, mientras que a País Vasco se incrementó un 245%. De los datos del registro del Ministerio se excluye la inversión realizada por las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE) ya que son operaciones financieras sin impacto en el empleo y que obedecen a ingeniería fiscal de las grandes empresas.