El debut de Rahm en el LIV Golf abre la nueva era del golf

El número 3 del mundo comienza hoy su temporada en el LIV Golf Mayakoba, que sirve de estreno de la tercera campaña de la liga saudí. En él figura como la mayor estrella de este peculiar campeonato, que obligará a sus seguidores a ver este deporte de una manera diferente. Justo lo que quieren sus organizadores. Su idea es hacerlo más cercano al público joven y para ello no han dudado en contratar al golfista con más tirón mediático, en dinamitar la estructura económica de este deporte más que centenario y también la deportiva y la estética.

Ya es casualidad que este renacer de su carrera se produzca en este campo emblemático para el vizcaíno, pues en El Camaleón debutó en un torneo profesional al jugar invitado por Juan Miguel Villar Mir en 2014, cuando este complejo era propiedad de OHL y luchaba por hacerse un hueco en el calendario del PGA Tour. En ese momento jugaba en silencio, con pantalón largo y con la esperanza de superar el corte de la segunda jornada para llegar vivo a la cuarta y última. Eso sí, sin cobrar un dólar al estar todavía en categoría amateur. Esta tarde (19 h) lo hará con música a tope, en bermudas y en la primera de las tres vueltas de una doble competición, individual y por equipos. Toda una revolución.

Rahm es el capitán de 'Legión XIII' un grupo de su creación del que también es copropietario y director. «Quería hacer una referencia a la mitología y me centré en el ejército de Julio César que cruzó el Rubicón», declaró, lo que indica el espíritu guerrero que les va a exigir a sus compañeros de formación: Tyrrell Hatton (Inglaterra), Caleb Surrat (Estados Unidos) y Kieran Vincent (Nueva Zelanda). El primero ya lo conoce puesto que ha sido su compañero en la Ryder Cup, pero ni el neoprofesional (que llega gracias a su gran nombre como aficionado) ni el jugador salido de la escuela de clasificación han sentido aún la garra de este león, que ha utilizado justamente la cabeza de esta fiera como logotipo de su conjunto.

A la hora de la competición se saldrá al tiro, es decir, todos los golfistas a la vez desde distintos hoyos. Esto dificulta el seguimiento global del torneo, pero a la vez garantiza que todos terminan a la vez y que el tiempo de juego está controlado. Se cuentan todos los golpes para la clasificación propia y, durante los dos primeros días, también para la colectiva. Y la mejor de cada grupo del domingo también sumará. De esta manera cada cual optará a cuatro millones de dólares en la lista individual y a 750.000 en la grupal, que salen de los 25 millones de bolsa que se repartirán 56 jugadores de cada semana. Una auténtica locura.

Después de su larga ausencia de la vida pública, el español reaparece en el foco del golf mundial animado y con ganas por encabezar este nuevo proyecto, tan rompedor como ilusionante. Por eso no le han importado las críticas recibidas por quienes no estaban de acuerdo con su elección. «Desde que decidí firmar por el LIV sabía que habría gente que no estaría de acuerdo, pero obviamente hablé con mi familia y con su apoyo lo tuve claro. Era mi decisión. El público ahí está, yo no puedo juzgar a nadie por lo que opine, no todos lo entienden porque no saben la vida que tenemos en general y no saben nuestra situación. Además, haga lo que haga siempre va haber alguien que no esté de acuerdo, no es algo que me haya molestado mucho». Es decir, que Jon mira hacia adelante y no para los lados.

Lo que hay que observar estos días es si después del parón más largo de su carrera ha mantenido la forma. El campo lo conoce y las ganas le sobran. Una vez más, es el gran favorito.