A Niemann le arrancan la cruz de su rey en el campeonato de ajedrez de EE.UU.

En un momento dado, cuando ambos porfiaban en un final muy complejo, Sevian agarró el monarca rival en un descuido, algo inconcebible, y lo 'decapitó'. Mejor dicho, le arrancó la cruz. Fue un acto de descristianización sin precedentes. Y sin castigo, aunque la partida llegó a detenerse durante unos instantes y tuvo que intervenir el árbitro, que no sabía bien cómo actuar. Los comentaristas, Anastasia Karlovich y Yasser Seirawan, no podían creérselo, pero sobre todo no podían parar de reír.

Si es una campaña para atraer la atención de los medios, se les está yendo de las manos. Primero ocurrió todo el lío de Carlsen y Niemann. Luego, el gran maestro Rauf Mamedov pagó con la misma moneda a Magnus y abandonó contra él en su enfrentamiento en un torneo por internet después de una sola jugada, el pasado día 17. En su caso, no era una acusación por tramposo, sino por irrespetuoso.

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Al azerí le pareció una burla que el campeón del mundo respondiera a e4 (el clásico avance del peón de rey) con g5, un movimiento absurdo, y malo, con el que Carlsen es capaz de ganar a cualquiera, pese a todo, sobre todo en partidas rápidas. El campeón de Azerbaiyán iba líder en el torneo, no es ningún principiante, y llegó preparado: sabía que Magnus acostumbra a jugar 'cosas raras' y no estaba dispuesto a tolerar lo que él entendía como una falta de respeto.

Pero lo de la penúltima ronda del campeonato de Estados Unidos ya ha sido increíble. Los jugadores empezaron a discutir, sin alzar la voz, y Niemann no sabía si enfadarse o reírse por el comportamiento de Sevian, superado por la tensión.

La trayectoria de Niemann en la prueba ha sido una montaña rusa. Empezó bien el torneo, con una victoria. Luego dejó escapar otro punto que parecía suyo y después encadenó tres derrotas en cuatro partidas. Fue entonces cuando decidió ir a por todas y volver a ser el mismo fanfarrón de siempre: «Soy un ajedrecista competitivo en vías de convertirme en campeón del mundo», declaró sin cortarse.

Por suerte, hay vídeo del suceso ocurrido en la última partida de Niemann. Al final, el gran maestro más polémico de la última hornada quitó hierro al asunto, sin duda satisfecho por la victoria, y dijo que había sido un simple «malentendido». «No hay ningún drama», dijo. Del #chessdrama hemos pasado a la comedia, en efecto. No es la peor evolución posible.

Hay otro ángulo de la 'jugada' no menos interesante, en el que se pueden ver los rostros de los jugadores:

Lo cierto es que lleva cuatro puntos en las últimas cinco rondas, con tres victorias y dos tablas. Ya ocupa la cuarta posición, empatado con otros cuatro jugadores. En la última jornada se verá si es capaz de alcanzar el podio.

Niemann justificó sus malos resultados en una fase del torneo y dijo que «es extremadamente difícil jugar con presión». Hasta que cambió de actitud y se relajó de nuevo. A Sevian terminó ganando la accidentada partida, pese a que cometió algunos errores que le pudieron costar medio punto. Sus detractores, que son legión, pensarán que ha encontrado el modo de volver a hacer trampas, pese a que los controles en San Luis son muy estrictos.