Todo irá bien
El Messi de los abogados
«Luego intentó levantar la misma cantidad al jugador, que le acabó pagando 1,5 millones por 'haber creado una zona de confort con el club'»
Bartomeu, citado como imputado
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Iniciar sesiónJosé Ángel González Franco es el barco pirata de la abogacía española. El juez le ha imputado por haber cobrado una factura de 1,7 millones a los expresidentes del Barcelona, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu: hizo ver que pactó la conformidad en ... el caso Neymar que en realidad pactó otro penalista. Tal acuerdo, con la Fiscalía y la Abogacía del Estado, tuvo el beneplácito de la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
El informe de los Mossos sugiere que el club pagó tan elevada suma para costear la defensa personal de los dos presidentes, que para librarse de su segura condena, promovieron que la pena recayese sobre el club como entidad jurídica. Fue de dos años. Honorífica, en cierto modo, es verdad. Pero si el Barça volviera a ser condenado, sería causa de disolución.
Las facturas de JAGF son siempre tan exageradas que no hace falta que esté encubriendo o blanqueando para que las cifras sean increíbles. Las cifras y los conceptos, porque siendo el abogado de Bartomeu, cobraba comisiones a los jugadores por intermediar con la entidad que presidía su cliente, sabiéndolo el presidente. Sabiéndolo y algo más.
Con el fichaje de Griezmann trató de obtener del club una comisión de 7 millones de euros pero incluso Bartomeu se negó a satisfacerla, a pesar de la relación circular que tenía con su letrado. Luego intentó levantar la misma cantidad al jugador, que le acabó pagando 1,5 millones por «haber creado una zona de confort con el club».
Suele pasar con la Justicia: aciertan en ver irregularidades en los presidentes del Barça, pero disparan tan al bulto que por falta de finura –como si no entendieran de lo que están hablando– sus acusaciones acaban en nada. El ejemplo más paradigmático fueron los dos años que pasó Sandro Rosell en la cárcel por unos cargos que se desvanecieron antes incluso de que empezara el juicio, sin que ello signifique que el expresidente no acumule motivos más que sobrados para un severísimo reproche penal.
«Yo era el Messi de los abogados y mira cómo he acabado», ha dicho José Ángel González Franco, en otra demostración de su peculiar relación con la realidad. Más allá del recorrido que tengan estas investigaciones, él y los dos presidentes que le acompañan en la imputación confirman que el Barça vive en un mundo sólo para él, y con el que, por mucho que se quejen, los demás clubes, tragan.
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